Si aún no conoces el arrullo o no tienes muy claro cómo hacerlo correctamente, hoy voy a hablarte de esta técnica que te ayudará a relajar a tu bebé y que tiene varios beneficios para su salud que veremos a continuación.
Y es que de entre todas las maneras para calmar a tu bebé, el arrullo destaca por su practicidad y eficacia.
Además, te contaré cómo escoger la manta más adecuada para hacerlo, los diferentes métodos de arrullo que hay, qué precauciones debes tomar, cuándo puedes empezar y cuándo es conveniente que dejes de hacerlo.
¿Qué encontrarás en esta guía?
¿Qué es el arrullo?
Se denomina arrullo a la técnica consistente en arropar al bebé con una manta o pañuelo de manera que su cuerpo queda totalmente envuelto y solo su cabecita sobresale. El objetivo es recrear la calidez y seguridad del vientre manterno.
Se suele emplear para ayudar al pequeño a conciliar el sueño o para tranquilizarlo en momentos en los que está inquieto o molesto.
Piensda que, al nacer, tu bebé pasa de un espacio limitado y seguro a un exterior amplio y repleto de estímulos que no conoce y en el que se siente desprotegido. Con el arrullo ayudarás a tu bebé a sobrellevar esa transición del útero al exterior.
En la postura de flexión que se usa en el arrullo tu bebé se siente más relajado, aunque lo mejor es ponerlo en esta postura encima tuyo.
Dra. Marta Garín, pediatra
Cómo arrullar: los mejores métodos
Actualmente existen básicamente tres formas de arrullo:
Arrullo rápido
Es el más sencillo de hacer.- Extiendes la tela y tumbas al bebé justo en el centro del cuadrado de manera que su cabecita quede fuera.
- Coges una de las esquinas superiores de la tela, la cruzas hasta el hombro opuesto y la sujetas bajo la espalda.
- Repites lo mismo con la otra esquina del pañuelo, asegurándote de que no quede tela tapándole la carita.
- La tela que queda por debajo la doblas y la metes por dentro a la altura de los hombros.
Arrullo australiano
Es un método más laborioso pero muy práctico.- Colocas la tela formando un rombo y doblas la esquina superior hacia abajo.
- Recuestas al bebé encima de la tela de manera que sus hombros queden apoyados sobre el doblez.
- Colocas el brazo derecho del bebé recto paralelo al cuerpo y cruzas la esquina derecha hasta llegar al otro lado, donde la meteras por debajo de la axila izquierda debajo de su cuerpo.
- Coges la punta inferior de la tela, la doblas hacia arriba y la metes por dentro de la que has cruzado.
- Colocas el brazo izquierdo también paralelo al cuerpo, cruzas la esquina izquierda de la tela hacia el lado derecho y la metes por debajo del cuerpo.
Arrullo manos libres
Es el más recomendado para bebés inquietos porque les brinda mayor libertad de movimientos.El procedimiento es prácticamente igual al australiano con la única diferencia de que antes de hacer las dobleces laterales, los brazos no se dejan rectos paralelos al cuerpo sino que se doblan a la altura del pecho del bebé para que las manitos queden cerca de su cara.
Es importante que el bebé tenga movilidad, por eso no es recomendable utilizar el arrullo como hábito diario.
Dra. Marta Garín, pediatra
Qué tipo de arrullo escoger
La manta o pañuelo que escojas como arrullo debe ser cuadrado y medir entre 1 y 1,2 metros de lado.
Tiene que ser de un tejido suave y delicado con la piel del recién nacido, debe poderse ajustar bien y también generar calor sin llegar a ser agobiante para tu bebé.
En verano es mejor elegir telas finas como las muselinas, para que no aporten demasiado calor. En invierno, en cambio, se puede optar por algo más abrigado. Es recomendable optar por composiciones de algodón, dralón (fibra 100% acrílica, con un tejido similar al del hilo de algodón) o bambú, todos ellos hipoalergénicos y respetuosos con la piel del bebé.
Los bebés y los niños tienen que poder mover las piernas y los brazos. Pero los padres les ponemos muchas ataduras, mucha ropa, que en vez de ser ropa de un judoca, es muy apretada y no se pueden mover.
Dr. Juan Casado, pediatra
¿Qué beneficios tiene arrullar a un bebé?
Al simular las condiciones del vientre materno, presión y calor, el arrullo va facilitando a tu bebé la adaptación al nuevo entorno a la vez que ofrece varios beneficios más como:
Alivia sus cólicos.
Regula su temperatura corporal, algo que su organismo aún no es capaz de hacer.
Favorece una postura que lo ayuda a conciliar el sueño rápidamente.
Le aporta relajación y calma.
Le da sensación de protección y seguridad.
Evita que los espasmos involuntarios de brazos y piernas producidos por el reflejo del Moro*, interrumpan su descanso.
Aunque se trata de una práctica muy beneficiosa para tu pequeño, el arrullo tiene algunas contraindicaciones y es imprescindible tomar ciertas precauciones al llevarlo a cabo. Debes saber que: El arrullo no debe quedar demasiado apretado ni se deben utilizar telas que generen excesivo calor para evitar el sobrecalentamiento. El bebé tiene que poder mover las piernas para así evitar que desarrolle una displasia de cadera. Y si ya padece esta patología, está contraindicado el arrullo, ya que la puede agravar. En este caso, debes consultarlo con el pediatra. Para reducir el riesgo de muerte súbita, el bebé siempre debe acostarse boca arriba. Y es necesario también prestar atención de que el arrullo no le tape la cara en ningún momento. Antes se pensaba que los niños debían dormir boca abajo. Pero se hizo una gran campaña para que durmieran boca arriba y tuvo una eficacia extraordinaria. La muerte súbita disminuyó enormemente y esta es una buena manera de prevenirlo. Dr. Juan Casado, pediatra Por el mismo motivo que el punto anterior, el arrullo solo se recomienda en momentos puntuales y no se aconseja emplearlo por períodos muy prolongados, como durante el sueño nocturno. Al promover un sueño más profundo, puede hacer que al bebé le cueste más despertarse. No recomiendo que el bebé duerma arrullado porque puede ser peligroso. Lo mejor a la hora de dormir por la noche es ponerle ropa cómoda como un body para que no le dé mucho calor y taparlo con una manta o con un saco que permite el movimiento de sus brazos. Dra. Marta Garín, pediatra Si el pequeño no se encuentra cómodo con el arrullo, es preferible no hacerlo. A algunos niños no les gusta estar arrullados y forzarlo les provoca mayor ansiedad y molestia. No se debe arrullar al bebé si tiene fiebre. Un niño con fiebre irradia mucho calor y hay que facilitar que el calor salga. Para ello, tiene que estar desnudo o solo con un pañal. Esa es la mejor manera de combatirla. Dr. Juan Casado, pediatra Como hemos dicho, el arrullo se puede empezar a emplear desde el nacimiento para tranquilizar al bebé cuando llora o para ayudarlo a dormir mejor, ya que recordarle su estado dentro del vientre materno le proporciona calma. Sin embargo, a partir del segundo mes de vida, debe empezar a reducirse su uso porque el pequeño empieza a necesitar mayor libertad de movimiento. Al alcanzar los tres meses, muchos bebés se sienten incómodos dentro del arrullo. Se debe dejar definitivamente de arrullar al bebé cuando aprende a darse vuelta solo o cuando comienza a moverse más para evitar que quede boca abajo o que, con el movimiento, la tela le cubra la cara. Nuestro bebé acaba de llegar al mundo, necesita adaptarse a él y esto, por momentos, le provoca incomodidad. Los padres sabemos lo inquietante que es ver al bebé llorar y no conseguir tranquilizarlo. La calma que le aporta el arrullo es, sin duda, un buen motivo para practicar esta técnica. Pero no el único, ya que con este método también se consigue ayudar al bebé a regular su temperatura corporal y calmar sus cólicos. …. Si este artículo te ha resultado útil, te agradeceré mucho que lo compartas haciendo clic en alguna de las redes sociales de abajo ¡muchas gracias!Precauciones: cuándo NO arrullar a un bebé
Cuándo dejar de hacerlo
Conclusión