El ADN de tu hijo ya corre por tus venas
Escrito por Jade Magdaleno, matrona
Artículos revisados médicamente
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Tu bebé, que deja de ser embrión para convertirse en feto durante esta semana, mide casi 2,5 centímetros, como una moneda de 1€, pero aun pesa poquísimo: solo 3 gramos (lo mismo que una chincheta).
La placenta ya funciona perfectamente para llevar los nutrientes que necesita para crecer todavía más rápido.
Algunas personas confunden la placenta con la bolsa amniótica, pero la placenta es un fragmento circular y plano de tejido que se une al útero por una de sus caras y a la bolsa por la otra:
- Por la cara materna recibe sangre oxigenada con nutrientes de tu circulación y te devuelve el dióxido de carbono y las sustancias de desecho que genera tu hijo para que tu circulación los elimine.
- En la cara fetal nace el cordón umbilical, que es el encargado de realizar el transporte de estas sustancias entre la placenta y tu bebé. El cordón umbilical está formado por una gran vena y 2 arterias que van enroscadas y cubiertas de una gelatina compacta, llamada gelatina de Wharton.
¿Qué encontrarás en esta guía?
Cambios en tu bebé esta semana
La osificación (la formación y maduración de los huesos) es la protagonista esta semana. Las estructuras de la cara cada vez están más definidas: orejas, labios, nariz… y el cráneo va configurándose cada vez más, dándole un aspecto más de humano y menos de renacuajillo.
Además, se comienzan a distinguir las costillas y las articulaciones de sus brazos y pies, distinguiéndose ya todas sus partes: codos, rodillas, hombros, tobillos y deditos, ya separados.
Comienza a usar su boca: bebe líquido amniótico y se chupa el pulgar.
Los genitales empiezan a diferenciarse, aunque todavía es imposible aventurarse a determinar el sexo mediante ecografía.
Tus cambios físicos y emocionales
Es habitual que te parezca que empiezas a tener la piel y el pelo como jamás te habías visto de estupenda: suele desaparecer el acné propiciado por causa hormonal (aunque en algunos poquísimos casos empeora, ya que aumentan las glándulas sebáceas y con ello, la obstrucción de los poros) y tu melena luce brillante y abundante.
Además, el pelo deja de caerse al ritmo que lo hacía antes del embarazo. Disfrútalo, porque en el postparto se caerá todo lo que no haya caído durante la gestación. Pero tranquila, finalmente te quedarás con la misma cantidad que antes del embarazo.
Las molestias previas continúan, no decaigas si estás cansada de tantas náuseas, porque en cuestión de 2-3 semanas seguramente mejorarán, al igual que la polaquiuria (las ganas de orinar constantes).
- Ganas de orinar constantes (polaquiuria)
- Náuseas
- Cansancio y somnolencia
- Estreñimiento
- Aumento del tamaño de los pechos
- Aparecen los primeros antojos
- Pueden molestarte ciertas olores
Consejos para tu bienestar
Es muy importante que no utilices salvaslips para estar más cómoda con el aumento del flujo vaginal. Aunque en los anuncios aseguren que transpiran, lo cierto es que no lo hacen por completo. Mantienen la humedad y propician las infecciones, ya de por sí más habituales durante el embarazo.
El truco más saludable es que te vayas cambiando de braguita a lo largo del día tantas veces como necesites, a ser posible, que sean 100% algodón, sin tejido sintético.
Recuerda, además, seguir tomando el ácido fólico.
Exámenes médicos y pruebas en la semana 9
Si quieres, ya puedes realizarte un test de ADN fetal porque, a estas alturas, parte del ADN de tu hijo ya ha pasado a tu circulación sanguínea.
Ten en cuenta que es una prueba cara que no se incluye en la Seguridad Social (excepto casos determinados como en antecedentes de malformaciones graves o enfermedades genéticas hereditarias). Si quieres hacértela, puedes optar por pagarla de forma privada.
La prueba consiste en hacerte un análisis de sangre y estudiar el ADN de tu bebé en ella. Se pueden encontrar o descartar así algunas importantes alteraciones cromosómicas y enfermedades genéticas. Además, informa con certeza del sexo del bebé. El resultado se asemeja al obtenido en una amniocentesis, sin los riesgos que conlleva esta. ¿Me puedo teñir el pelo? Una se ve la fantástica melena de embarazada, pero… ¡ops, esas raíces! Y es que han pasado ya 2 meses desde el inicio del embarazo, las canas y las raíces, si te teñías, han hecho aparición. Encontrarás información muy contradictoria entre profesionales, porque no existen estudios científicos con tintes en embarazadas, pero tampoco hay evidencia de que pudieran ocasionar malformaciones, vaya, que nadie te va a garantizar ni que sean peligrosos, ni que sean inocuos. Ante la duda, el consejo desde la prudencia es que intentes teñirte con productos vegetales sin químicos, en un espacio bien ventilado, si lo haces tú, usa guantes, y a ser posible, espera a pasar el primer trimestre que es cuando se están formando los órganos de tu bebé y cuando mayor riesgo hay de malformación, por la causa que sea. Nota: este contenido ha sido redactado por Jade Magdaleno, matrona con años de experiencia asistencial y académica. Aún así, esta información nunca debe sustituir el seguimiento de tu embarazo por parte de tu médico. Preguntas frecuentes
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