Según las OMS, la lactancia materna exclusiva es el alimento ideal para nuestros bebés durante los primeros meses de vida. Pero, en ocasiones, debido a determinadas circunstancias o simplemente si la familia así lo desea, se elige la alimentación con biberón, ya sea con leche materna o con fórmula infantil.
Independientemente del motivo que te haya llevado a darle biberón, tanto si va a ser algo puntual, como a largo plazo, lo ideal será ofrecérselo de la manera más fisiológica y respetuosa posible. Para ello, tendrás que adaptarte a las necesidades de tu bebé e intentar disminuir la confusión tetina-pezón. Mi consejo es seguir el método Kassing, que te voy a explicar a continuación.
¿Qué encontrarás en esta guía?
¿Qué es el método Kassing?
Como pediatra, el método Kassing es el que más os recomiendo a la hora de dar el biberón, ya que es considerado el más fisiológico y seguro y el que menos interferencia produce con la lactancia materna.
Esto es así puesto que requiere que tu bebé utilice toda la musculatura y estructuras orales de una manera similar a cuando succiona tu pecho. Y, aunque no siempre es posible evitarlo, sí que minimiza mucho el riesgo de confusión tetina-pezón, que se agarre de manera inadecuada al pecho o que rechace posteriormente la succión al pecho.
Si necesitas realizar una lactancia mixta, el método Kassing puede ayudarte mucho. Te aconsejo siempre ofrecer inicialmente el pecho. Cuando necesites darle el biberón, hazlo siguiendo este método y con el bebé pegado a ti, para mantener el contacto mamá-bebé como cuando lo tienes en tu pecho.
No todas las mujeres pueden dar leche materna a su bebé. Aún así, aunque sea lo recomendable, no pasa nada si no es posible ya que su hijo estará bien alimentado también con la leche de fórmula. Además, si lo hacen bien, pueden imitar la lactancia materna respetando el apetito de su bebé. Mirarle mientras come y, cuando el bebé dice que ya no quiere más, hay que dejarle.
Dr. Juan Casado, pediatra
Si tu bebé se va a alimentar con lactancia artificial de manera exclusiva, debes de saber que está documentado cómo los bebés que se alimentan con biberón comen más de lo que necesitan, presentando mayor riesgo de sobrepeso y obesidad en la edad adulta.
Esto se debe a que, cuando lo alimentamos de la “forma clásica” con el bebé semiincorporado o tumbado y el biberón inclinado hacia abajo, la leche fluye a mayor velocidad y en mayor cantidad. Así, no le permite controlar lo que come. Además, ten en cuenta que los cuidadores tendemos a insistir para que se acabe hasta “la última gotita” del biberón, por lo que puede comer de más.
Por ello, si alimentas a tu bebé con biberón te aconsejo que sigas este método, para intentar hacerlo de una “forma más parecida” a la alimentación al pecho materno.
También solemos utilizar el método Kassing, para la alimentación con biberón en las unidades neonatales cuando no es posible la lactancia al pecho directo, si el bebé requiere alguna suplementación y, por supuesto, si has decidido alimentar a tu hijo de manera exclusiva con biberón.
Método Kassing paso a paso
Para poder aplicar el método Kassing correctamente, sigue estos pasos:
- Coloca a tu bebé en una posición semi sentada, sujetando con una mano su cabecita y cuello, manteniendo el cuerpo en posición vertical y sin tumbarlo.
- Coge el biberón con la otra mano y dirigelo hacia la boca de tu bebé en posición horizontal, de manera que la tetina esté llena de leche. Así evitarás que la leche le caiga en la boca por la gravedad, y será el peque el que, succionando, regule la cantidad de leche que toma y la velocidad con la que lo hace, pudiendo alimentarse con control y de manera más calmada.
- Antes de comenzar la succión, con la tetina del biberón, acaricia el labio inferior del bebé y la zona perioral para estimular su reflejo de búsqueda. Observarás cómo comienza a abrir la boquita y girar la cabeza en dirección a la tetina.
- Cuando tenga la boca en posición de máxima apertura, introduce la tetina del biberón lo más profundo posible, intentando situar la punta de la tetina en la zona de unión entre el paladar duro-blando, estimulando así el inicio de la succión.
- Cada 20-30 succiones haz una pausa, retirando el biberón para permitir que el bebé descanse. Esta pausa también sirve para ver si continúa mostrando señales de hambre o si, por lo contrario, ya está saciado.
- Si al retirar el biberón se queda tranquilo o dormido, puedes considerar que el bebé ya está satisfecho y no es necesario que insistas más.
De esta manera podrás alimentar a tu bebé con el biberón, pero de una forma más parecida a si estuviera mamando del pecho, no forzando la alimentación, ni obligándole a “tomarse un poquito más”, sino respetando sus señales de hambre y saciedad y permitiendo que sea él el que decida lo que debe comer según sus necesidades y alimentarse de una manera más calmada.
Mientras alimentes a tu bebé, disfruta de cómo succiona, que haya una relación ojo-ojo, mirándose mamá y bebé… Evita ver la televisión o la película, no leas el periódico, no hables con el papá o con las amigas… El tiempo de la lactancia, sea materna o sea artificial, hay que dedicárselo al bebé. Y para estar observándole y disfrutando, porque es fundamental que también la mamá disfrute.
Dr. Juan Casado, pediatra
En qué casos se recomienda el método Kassing
Es recomendable utilizar este método siempre que ofrezcas biberón a tu hijo:
- Porque has decidido alimentarlo con biberón con fórmula infantil o con leche materna en diferido.
- Porque tienes que estar separada de tu hijo por enfermedad, hospitalización, etc., y no puedes darle el pecho.
- Porque tienes que incorporarte al trabajo y tendrá que alimentarse con biberón.
- Si tiene necesidad de suplementación por una producción de leche insuficiente.
Ventajas del método Kassing
Si te estás planteando utilizar este método, ten en cuenta estas ventajas:
Lograrás una succión-deglución más similar a la lactancia materna, estimulando el trabajo de toda su musculatura y estructuras orales y permitiendo un mejor desarrollo orofacial.
Respetarás el ritmo de alimentación de tu bebé y le permitirá realizar los ciclos de succión-deglución-respiración de manera más fisiológica.
Tu bebé decidirá la cantidad que come y la velocidad con la que realiza la toma.
Disminuirás el riesgo de confusión tetina-pezón.
Menor interferencia con la lactancia y rechazo del pecho.
Menos riesgo de sobrealimentación.
Es sencillo y fácil de llevar a cabo.
Aunque es un método con muchos beneficios para tu bebé, también debes tener en cuenta sus desventajas:
Está tan arraigada en nuestra sociedad la “forma clásica” de dar el biberón en posición de cuna con el bebé prácticamente tumbado, que inicialmente te puede resultar difícil ofrecer el biberón siguiendo este método y te puede generar dudas.
Posible interferencia con la lactancia materna. Aunque siguiendo este método el riesgo es menor, no evitamos al 100% el riesgo de confusión tetina-pezón. Te puede ser útil conocer también que existen otros métodos para suplementar a tu bebé como son el relactador, la técnica dedo-jeringa o el vasito o cuchara, que producen menos interferencia que el uso de un biberón.
Cómo debe ser el biberón
Para poder realizar el método Kassing de manera adecuada, es conveniente que elijas un biberón con las siguientes características:
- Bote con forma recta: porque los que tienen cuerpo curvo favorecen que salga la leche con mayor velocidad y el bebé no se esforzaría lo suficiente.
- Tetina de base ancha: para favorecer la eversión del labio inferior y una adecuada apertura bucal.
- Tetina fisiológica, redonda y larga: así es más similar a tu pezón y nos permite alcanzar la zona de unión de paladar duro-blando al igual que ocurre con nuestro pezón durante el amamantamiento.
- De consistencia blanda: son más recomendables las de silicona que las de látex.
- Tetina de flujo lento y controlado: para que el bebé tenga que realizar un poco de esfuerzo para conseguir que empiece a salir la leche, al igual que ocurre con el pecho.
Conclusiones
Por tanto, si necesitas darle a tu bebé un biberón, sea por el motivo que sea, te aconsejo que sigas el método Kassing para hacerlo de una forma más fisiológica, segura y respetuosa, evitando sobrealimentarlo, reduciendo el riesgo de interferencia con la lactancia materna y de sobrepeso u obesidad en la edad adulta.
Aún así, si tu deseo es conseguir una lactancia materna exclusiva y estás teniendo dificultades, no dudes en contactar con un profesional para resolver las complicaciones que hayan podido aparecer.
Bibliografía
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