Escrito por Jade Magdaleno, matrona
Artículos revisados médicamente
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¿Llevas poco tiempo de embarazo y sientes contracciones? ¿Estás en tu último trimestre y parece que tu cuerpo quiere ponerse de parto antes de tiempo?
Durante casi la totalidad del embarazo, el músculo uterino se contrae con relativa frecuencia para prepararse para el momento de dar a luz. Estas contracciones se llaman de Braxton Hicks y aparecen en todos los embarazos, aunque la gestante no las identifique.
Hoy quiero hablarte de este tipo de contracciones para que, cuando las sientas, sepas qué son, qué tiene que hacer y cómo puedes diferenciarlas de las contracciones antes del parto.
¿Qué encontrarás en esta guía?
¿Qué son las contracciones de Braxton Hicks?
El útero es una estructura formada por músculo estriado y, como tal, tiene la capacidad de contraerse y relajarse.
Cuando levantas el brazo en forma de L y aprietas, sacando bola para demostrar tu fuerza, estás contrayendo el bíceps. Al hacerlo, dependiendo de lo ejercitado que esté, al tacto se nota duro.
Las contracciones de Braxton Hicks hacen lo mismo en el útero, lo van ejercitando de cara al parto, poniéndolo duro, de manera involuntaria.
Cómo y cuándo se sienten
A partir de las 6 semanas comienza a haber contracciones uterinas, de Braxton Hicks, aunque tan precozmente no se suelen notar.
La mayoría de las mujeres comienza a detectarlas a finales del segundo trimestre o ya en el tercero, aunque hay muchísima variabilidad, ¡en mi embarazo las noté bastante intensas desde la semana 18!
Algunas mujeres solo notan al tocar su abdomen que en el interior algo se pone duro, como si llevaran bajo la piel un balón de baloncesto muy hinchado. Si hay bastante grasa corporal, puede que ni siquiera te percates de las contracciones.
Otras mujeres afirman sentirlas con facilidad sin necesidad de palparse el abdomen, incluso resultándoles molestas.
¿Qué diferencias hay con las contracciones de parto?
A estas contracciones se les denomina a veces “falsas contracciones de parto”. Personalmente, no me gusta llamarlas así, porque parece que les restamos la importancia que tienen de cara al parto. ¿Te imaginas a tu útero teniendo que ayudar a salir a tu bebé sin haber entrenado nada previamente para ese inmenso trabajo que le tocará hacer?
Juegan un papel importantísimo, aunque es posible que te hagan pasar un mal rato creyendo que el parto puede desencadenarse antes de tiempo.
Hay algunas características que te ayudarán a diferenciar las contracciones de Braxton Hicks de las contracciones del trabajo de parto:
| Contracciones de Braxton Hicks | Contracciones de los pródromos de parto |
|---|---|
| Son irregulares y temporales (a ratos dan más, menos, ninguna…). | Son regulares, cada vez más intensas y frecuentes. |
| Entrenan al útero para cuando llegue el parto. | Una vez comienza el trabajo de parto, lo normal es que ya no se detenga y continúe durante horas. |
| No producen cambios morfológicos en el cérvix. | Logran dilatar, acortar, ablandar y centrar el cuello del útero para, posteriormente, ir facilitando el descenso y salida del bebé. |
Se suele hablar mucho también del dolor para diferenciarlas, aunque creo que hay que ser cautelosa con esto, porque e umbral del dolor de cada mujer es muy variable y personal:
- Las contracciones de Braxton Hicks no son dolorosas, pero pueden ser molestas.
- Las contracciones de los pródromos de parto son cada vez más intensas, lo cual implica que cada vez sean más molestas, pero la experiencia del dolor nuevamente es muy variable.
Es por todo ello que te recomiendo que, si crees que soportas el dolor mucho más de lo que lo suele hacer la mayoría, no te guíes por él.
Habitualmente, cuando las contracciones comienzan a ser dolorosas y frecuentes, la dilatación del cuello del útero es menor de 2-3 centímetros, pero en alguna ocasión he atendido a mujeres con 4 o 5 centímetros de dilatación y contracciones que solo referían como molestas, no dolorosas.
Pese a que estas pocas afortunadas son casos casi anecdóticos en mi experiencia, prefiero explicar la diferencia entre contracciones atendiendo solo a su frecuencia, duración e intensidad.
¿Qué hacer ante las contracciones de Braxton Hicks?
Si no te molestan, no hay que hacer nada.
Pero si te resultan incómodas:
- Una ducha o baño de agua caliente te aliviará.
- Mantente hidratada bebiendo suficiente agua, la deshidratación las intensifica.
- Escucha a tu cuerpo. Puede que sientas alivio al sentarte o tumbarte de lado y descansar o puede que te venga mejor caminar.
- Los ejercicios de respiración y relajación serán tus grandes aliados.
- Si tus contracciones comienzan a tener las características de las contracciones propias del parto y estás de menos de 37 semanas, acude al hospital. No pasa nada si vas por una falsa alarma, es algo habitual y si vas a quedarte más tranquila sin la duda, ¡para eso estamos!
Si las contracciones no son molestas, pero se acompañan de rotura de bolsa, sangrado vaginal, fiebre, dolor intenso de cabeza, etcétera, acude también al hospital para una adecuada valoración.
Conclusiones
¡Tu útero lo va a hacer genial con tan buena tabla de entrenamiento durante meses!
Tu cuerpo está maravillosamente creado para que, llegado el momento del parto, todo fluya. Con esfuerzo, sí, pero también con normalidad.
Disfruta de esos pequeños detalles preparatorios de tu cuerpo, son un pasito más para acercarte al momento de poder abrazar por fin a tu bebé.
Bibliografía
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2. Oosterhof H., Dijkstra K., Aarnoudse J. G. (1992) Uteroplacental Doppler velocimetry during Braxton Hicks’ contractions. Gynecol Obstet Invest; 34(3):155-8. PMID: 1427416.
3. Lockwood C. J., Dudenhausen J. W. (1993) New approaches to the prediction of preterm delivery. J Perinat Med; 21(6):441-52. PMID: 8006770.
4. McEvoy A., Sabir S. (2022) Physiology, Pregnancy Contractions. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; PMID: 30422522.
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