Desarrollo del bebé recién nacido

¡Muchísimas felicidades, mamá! ¡Tu bebé ya está aquí!

Todo es tan nuevo, tan emocionante, tan duro y satisfactorio al mismo tiempo… Pero la verdad es que la maternidad es una aventura increíble.

Y es que está llena de intensidad. Pero, aunque es una etapa preciosa, seguro que también has tenido días complicados.

Quiero decirte que no estás sola. Todas las que hemos sido madre podemos comprenderte y compartir contigo esas sensaciones que a veces nos embargan.

Cuídate y déjate cuidar. Solo así podrás cuidar de tu bebé y disfrutar de esta experiencia.

Quiero decirte algo muy importante: desde el momento en que te quedaste embarazada, tu cuerpo y tu mente se pusieron a trabajar para prepararte para ser madre. Así que, confía en ti, que llevas meses esperando este momento.

Cuando dudes, ten en cuenta que, posiblemente, esa primera idea, ese primer instinto, suele ser el correcto. Si necesitas acunar, acuna; si necesitas abrazar, abraza; si crees que tiene hambre, ofrece…

Seguramente, desde antes del parto, has estado escuchando todo tipo de consejos y “leyes” sobre alimentación, sueño, cuidados y crianza en general. Puede que, además, hayas leído mucho al respecto: libros, artículos, posts…

Pues bien, ¡ahora de verdad empieza todo!

A menudo, las expectativas que una tiene formadas antes de ser mamá son bien diferentes a la realidad que nos encontramos. Tranquila, pronto pasará esa sensación de estar algo perdida. Esto es un aprendizaje continuo.

Pero, antes de hablar de tu bebé, quiero que hablemos de ti.

Postparto

El posparto es una etapa difícil de la que nos han contado poco. Además, no todas las mamás parten de la misma situación:

Hay mamás que han tenido un parto rápido y sencillo y se encuentran fuertes desde el primer momento. Otras han tenido una cesárea por una u otra causa y pueden sentir más dolor y molestias. Puede que haya mamás que tengan una episiotomía amplia, estreñimiento, que estén bajas de ánimo… Todas, mamás del mismo modo, pero en distintas situaciones.

Lo primero: Tu bebé y tú

Sí, esto es lo primero. Así que olvídate de interminables visitas de “pasen y vean”, invitando a pastas y cafés. Siempre que lo necesites, repítete: nosotros somos lo primero. Así que elige cómo quieres pasar estos primeros días de tu bebé.

¿Te encuentras bien? ¿Tienes ganas de recibir visitas? Si es así, ¡adelante! Pero, pide a familiares y amigos algo de tiempo y seguro que lo entenderán. Estos días son únicos y tu familia es esta que tienes delante. Cuidaos vosotros primero, que habrá tiempo de mostraros al mundo.

¿Cómo es tu bebé recién nacido?

Cuando nace, tu bebé puede tener aspectos muy diferentes:

• Hay bebés muy grandes que parecen muñecotes, rosados y con las roscas que tanto gustan a las abuelas.
• Los hay también delgaditos con un peso de poco más de 2 kg, mucho más pequeños, con un color algo más intenso y arrugaditos.
• Otros bebés tienen mucho vello (lanugo).
• Algunos aún están con los ojos muy hinchados…
• Pero, todos son bebés sanos y normales.

Crecimiento y peso del bebé de recién nacido

Si tu bebé ha nacido a término y su crecimiento en tu barriga era normal, su peso estará en torno a los 3,6 kg para los niños y 3,3 kg para las niñas.

Mientras que la talla media estará en 50,5 cm para los niños y 49,5 cm para las niñas.

A lo largo de este primer mes de vida, perderán peso en los primeros 7-10 días. Se calcula que es fisiológico (es decir, normal) perder hasta un 10% del peso del nacimiento, así que no te alarmes si tu hijo pesa menos unos días después de nacer.

En los siguientes días empezará a ganar peso.

Para los pediatras, es un punto clave el peso a los 15 días de vida. Tu bebé debe pesar, al menos, lo mismo que al nacer. Si no es así, tranquila, que tu pediatra sabrá indicarte qué hacer para que vaya recuperando su peso.

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Desarrollo psicomotor del bebé en su primer mes de vida

Verás que tu recién nacido va a avanzar a pasos de gigante en estos primeros 30 días.

Al nacer, será una cría torpe que vivirá adherida a tu cuerpo. Sin embargo, ya desde el inicio serás consciente del gran instinto de tu bebé.

Nada más nacer, lo pondrán sobre ti y sabrá que está a salvo.

Ya tranquilo, buscará tu pecho en cuestión de segundos. Para ello será capaz de desplazarse sobre tu cuerpo hasta alcanzar la teta. ¿No te parece milagroso su instinto de supervivencia?

Visión

Aunque en un principio tu bebé sólo alcanzará a distinguir formas cercanas, poco a poco, a lo largo de los cuatro primeros meses, su vista se agudizará hasta ser capaz de distinguir objetos que se encuentren a 1,5 metros de distancia.

Los recién nacidos son capaces de ver mejor formas luminosas y cercanas, e incluso tendrán una levísima persecución ocular hasta línea media al mes de vida.

Oído

En cuanto al oído, tu bebé desde que nace tiene este sentido a pleno rendimiento. Podrás comprobar que se sobresalta con los ruidos y que se calma con tu voz.

Saber que tu bebé escucha bien es prioritario. Por ello, existe el programa de cribado neonatal en el que, a todos los recién nacidos sanos, los pediatras les hacemos pasar una prueba llamada otoemisiones acústicas. Este examen confirmará que todo está en orden. Se realiza al nacer o dentro de los 10 primeros días de vida.

Desarrollo motor

A nivel motor, lo normal es que tu recién nacido se mantenga con una postura de semiflexión de brazos y piernas. Además, comprobarás que es capaz de mover sus extremidades por igual y de forma armónica.

El sostén de su cabeza es aún escaso. Si traccionas de sus bracitos, verás que, en un inicio, la cabeza queda atrás como en un muñeco de trapo. A lo largo de estos 30 días irá fortaleciendo el cuello y verás como, al finalizar el primer mes, la cabeza ya es capaz de acompañar mínimamente al cuerpo al incorporarlo.

Reflejos arcaicos

El recién nacido presenta reflejos nerviosos propios que llamamos reflejos arcaicos y que son específicos de esta etapa e irán desapareciendo a medida que madure.

Así, podremos hablar de:

• Reflejo de moro
• Reflejo tónico-clónico
• Reflejo de prensión
• Reflejo de incurvación

Tu pediatra explorará estas respuestas en cada visita y confirmará que todo va bien.

Signos de alarma del desarrollo de tu bebé recién nacido

Debes consultar con tu pediatra si tu bebé:

No se sobresalta con los ruidos.

Tiene un estrabismo fijo.

Tiene una postura de “libro abierto” en reposo. Es decir, los brazos y las piernas completamente extendidos. Ten en cuenta que la postura normal en reposo del bebé es con los miembros en semiflexión.

Tiene un ojo opaco. Notas que, en uno de los ojos, parece que hay una catarata. A veces, puedes detectarlo al hacer una foto, cuando observas que el flash no refleja igual en ambos ojos.

No mueve igual sus extremidades.

Presenta un llanto raro que no se calma con nada.

Relación del bebé con su entorno

En este primer mes de vida, el mundo de tu bebé eres tú. Puede que un poco papá, pero no nos engañemos, fundamentalmente tú:

• Te conoce y sabe cuál es tu voz, tu olor, tu sonido…
• Se calma solo con sentirte cerca
• Sabe buscarte cuando tiene hambre y trepar hasta tu pecho
• Ha aprendido que tu cuerpo es el mejor refugio para crecer…

Y todo ello es porque en este primer mes (e incluso un poco más), tu bebé depende totalmente de ti y necesitará que estés, prácticamente siempre, a su lado.

Tendrás tiempo de recuperar el espacio que hoy le dedicas al bebé, pero, por ahora, vivirás por y para él.

Así que vosotros sois el entorno. Y la mejor manera de cuidaros es estando tranquilos, favoreciendo un ambiente de descanso con sonidos suaves.

Todo el mundo de tu hijo está resumido en tu cuerpo. Por eso, puede ser muy útil empezar a portear, consiguiendo mayor libertad de brazo y de movimiento a la vez que mantienes cerca a tu bebé. Aunque creas que es muy pequeño, si pesa más de 3 kg, ya estará preparado para el porteo. En esta etapa lo más recomendable suele ser utilizar el fular, ya que es más natural con su forma y se adapta a la perfección. Pero también existen mochilas ergonómicas con reductores para recién nacidos, que serán igual de válidas para él.

Pero es fundamental sentirte respaldada por los tuyos. Y es que te encuentras en una situación vulnerable a cargo de un recién nacido. A ti también hay que cuidarte.

La alimentación de tu bebé

La alimentación del bebé hasta los seis meses, idealmente, será únicamente leche.

Los niños que se alimentan con lactancia materna no solo reciben una alimentación más adecuada a sus necesidades, sino que es una alimentación que va variando y se adapta a ellos desde la primera semana de vida.

No es la misma leche cuando nace, que a las cuatro semanas o a los tres meses. Incluso en la misma toma, al principio la leche es más fluida y, al final, la leche tiene más grasa.

Dr. Juan Casado, pediatra

Si quieres lactar al pecho, quiero contarte que, los inicios, serán duros. Y es que, a pesar de asistir a clases preparto o informarte, es muy posible que nada de lo que te han contado, se parezca remotamente a lo que estás viviendo.

La lactancia es una carrera de fondo.

Seguramente, al principio tendrás muchas dudas. Puedes apuntarlas y pedir una cita con tu pediatra o tu asesora de lactancia pronto para poder resolverlas. Recuerda que no estás sola en este camino y que el apoyo de un profesional puede ayudarte mucho.

Debes saber que la teta es a demanda y que, en los primeros 10 días, el bebé come casi cada hora. Así que sí, es normal sentirte una “teta con patas”. Cada vez que el bebé dé señales de hambre, tendrás que amamantarlo.

Las señales de hambre temprana son:

• Giros de cabeza buscando el pecho
• Llevarse los puños a la boca.

El llanto es ya una señal tardía de hambre.

Además, cuanto tu bebé es así de pequeño, es muy impaciente. Si llegas tarde a las tomas, es posible que el bebé llore, se agite, se golpee contra el pecho, tire del pezón… estará muy inquieto hasta que por fin se agarre y succione tranquilo.

Sobre la lactancia, hay mucho que decir, como, por ejemplo, cómo ofrecer el pecho, posturas para lactar, cuántas tomas ofrecer… Te aconsejo que te escuches a ti y a tu bebé y confíes en tu instinto de madre. Y si algo no marcha bien, no dudes en consultar a un especialista.

La lactancia es un ejercicio de libertad y, si bien los pediatras solemos defender la teta como el método ideal de alimentación, lo más importante en la crianza es la felicidad de todas las partes implicadas. Por ello, si has elegido lactar de forma artificial, también es una buena opción si es lo que mejor se ajusta a ti y a tu bebé.

La lactancia artificial es igualmente a demanda. Que nadie te diga cosas como, por ejemplo, que debes esperar 3h entre tomas porque no es cierto.

Las cantidades iniciales que ingerirá tu bebé serán muy escasas, unos 20-30cc por toma las primeras 24-48h para después aumentar hasta 60-90cc por toma, aproximadamente.

Debe quedar claro que, tanto la frecuencia de las tomas como la cantidad a tomar, dependerá del bebé. Igual que no pueden indicarte cada cuánto, tampoco podrán decirte qué cantidad es la “normal”.

Respecto a las fórmulas disponibles en el mercado, hay infinitas posibilidades. Si os iniciáis en la lactancia artificial muy pronto, te recomiendo elegir una fórmula digest, porque facilitará la digestión del bebé.

Quiero recordarte que, tanto si das pecho como si das biberón, no tienes que ofrecer nada diferente a la leche. Ni agua, ni las “infusiones para bebés” que ahora están tan de moda. Solo leche. Y es que el bebé estará bien hidratado porque, tanto la teta como el biberón, contienen agua.

Y, en lo referente a las infusiones ya preparadas de bebés, suelen contener azúcar y no poseen ningún efecto reconocido sobre el malestar digestivo o el sueño del bebé.

El sueño del recién nacido

Los recién nacidos duermen unas 18h y lo hacen entre tomas, ya que solo interrumpen su sueño para comer.

Así que olvídate de los ritmos nocturnos y diurnos. De momento, tu bebé mamará cada poco tiempo, sea la hora que sea. Y sí, es normal que así lo haga.

Durante el sueño, el bebé se mueve, tiene sacudidas de brazos y de piernas y da patadas. También, suele hacer mucho ruidos: nasales como Pepa Pig, al inspirar, como un pitido, ruidos de deglución (como si tragase saliva)…

Además, los bebés tienen una respiración muy irregular.

• Puedes ver que hace pausas respiratorias en las que lo mirarás apoyada en la minicuna, esperando que reanude la actividad.
• Y luego, hace rachas de polipnea (respiración agitada) y suspiros.

Todo esto es normal.

Favorece un ambiente tranquilo y cómodo en su lugar de descanso. Tu bebé dormirá en tu dormitorio, al menos, hasta los 6 meses. Que lo haga en una minicuna o en colecho será una elección tuya.

Para un buen descanso y seguro, ten en cuenta que:

• Tu bebé debe dormir preferentemente boca arriba y nunca boca abajo.
• No debe haber sistemas antivuelco en la cuna.
• Tampoco puede haber peluches, almohadas ni objetos con los que pueda sofocarse o asfixiarse.
• No debe estar excesivamente abrigado.

Los niños necesitan rutinas y, cuanto más pequeños son, más rutinas hay que seguir.

Dr. Juan Casado, pediatra

Estimulación y juego para un bebé en su primer mes de vida

Tu bebé recién nacido necesita estar muy cerca de ti. Y este es todo el estímulo que precisa.

A menudo, en consulta me preguntan qué hacer con bebés de pocos días para estimularlo. Pero lo único que tu bebé necesita es estar contigo, que lo cojas, lo acunes, lo acaricies, le hables o le susurres. Ten en cuenta que, hasta hace nada, formaba parte de ti.

Citas médicas importantes para un bebé recién nacido

Desde el nacimiento de tu bebé, tu pediatra se va a convertir en un compañero de viaje.

Te aconsejo que lo visites por primera vez unos días después del alta. Posteriormente, lo verás cada mes durante el primer año de tu bebé.

Tómate tu tiempo para elegir a tu pediatra, ya que es una decisión importante. Mi recomendación es que busques a uno que tenga ideas afines de crianza a las tuyas y que, una vez lo conozcas, te sientas tranquila y confiada en su consulta.

El pediatra es clave porque va a lograr calmar tus miedos y resolverá tus dudas, por ello es fundamental que tengáis una relación de confianza.

En tu primera visita, el pediatra te preguntará sobre:

• Cómo ha sido el embarazo y el parto.
• Cuáles son los antecedentes médicos de los papás
• Toda aquella información relevante para el cuidado de tu bebé.

Preguntas frecuentes sobre los bebés recién nacidos

¿Hay que bañarlo a diario?

Probablemente, cuando bañes a tu bebé recién nacido, no lo hagas porque esté sucio. Lo harás porque es un momento lúdico de disfrute para él y para la familia. Además, el baño suele relajarlos y así se establece ya una rutina saludable.

Puedes hacerlo simplemente con agua calentita y no hará falta usar jabón a diario, ya que, como te decía, tu bebé no estará sucio.

Eso sí, las primeras 24h después de nacer es preferible no bañarlo para que se beneficie de la capita grasa que les cubre al nacimiento.

Los bebés muy pequeños no necesitan bañarse constantemente o todos los días. Si le gusta bañarse, porque se relaja, se puede crear el hábito del baño, no tanto para limpiarlo, si no porque lo disfruta. Pero si sufre y llora, porque se asusta, no es necesario bañarlo a menudo.

Lo imprescindible es tener al bebé limpio y aseado, especialmente la zona del pañal, que es la que más se ensucia.

Dr. Juan Casado, pediatra

¿Por qué está amarillo?

A veces, cuando el recién nacido nace tiene una coloración amarillenta. Puede que, a ojos de los papás, sea difícil de valorar pero, si te fijas en la esclerótica (la parte blanca del globo ocular), verás que en lugar de tener un color blanco limpio es más bien color hueso. Pues bien, eso indica que hay cierta ictericia, así es como llamamos al acúmulo de un pigmento denominado bilirrubina.

Es común que en recién nacidos, y por causas diversas, esta bilirrubina esté algo elevada. Por ello, si tu bebé está amarillo, el pediatra te hará varias preguntas para tratar de identificar la causa.

Si el bebé se encuentra bien, come bien, está contento y tiene buena ganancia de peso, es muy posible que simplemente te indique acudir a una revisión en unas semanas para ver si ya se resolvió.

Solo en algunos casos, el nivel de ictericia es tan alto que precisa un tratamiento específico en hospital con lo que denominamos lámparas de fototerapia.

Existe la creencia de que exponerlo a la luz solar de forma indirecta puede disminuir la ictericia, pero no es cierto.  Así que no hace falta que hagas malabares para lograr que le dé el sol a través de la ventana.

¿Cuándo puedo cortarle las uñas?

Pues no hay una respuesta concreta. Se las cortarás cuando estén largas. Siempre con unas tijeras especiales y nunca después del baño, que están muy blanditas.

Si no te ves segura, es preferible esperar. O, también, puedes limarlas con una lima para bebés.

Te recomiendo que evites las manoplas porque, si cubres su manitas, le estarás privando de uno de sus sentidos.

¿Por qué tiene los pies y las manos moradas?

Los bebés regulan mal la temperatura en las zonas distales y es normal que, en los primeros días, manos y pies tengan una coloración violácea y una temperatura baja.

No los cubras si hace calor, porque no es necesario. Y nunca utilices las manos o pies como referencia para abrigar más o menos a tu bebé, porque no es una buena opción ya que siempre van a estar fríos.

Toca el tronco y la barriguita de tu bebé, si están calentitos, está bien y no necesitará más abrigo, por muy frías que estén las manos o los pies.

¿Cómo le cuido el cordón?

El cordón umbilical va a durar unos 12 días. Actualmente, no se utiliza nada para curarlo ya que el cordón se irá secando y se desprenderá solo.

Puedes bañar tranquilamente a tu bebé y luego secar cuidadosamente el cordón.

Si el cordón huele mal, está muy húmedo o tiene la base muy roja, acude a tu pediatra para que lo valore.

¿Hay que “sacar los gases” tras las tomas?

Pues, la respuesta corta es no. Cada uno elimina sus gases cómo y cuándo quiere. Habrá veces que, al incorporarlo tras las tomas, elimine gas, y otras, que esté tranquilo y relajado al terminar de mamar. En ese caso, no hace falta que le des golpecitos en la espalda para que eructe, porque no funcionamos así. Cuando el bebé quiera, lo hará. Si en un rato lo ves incómodo, prueba a incorporarlo y ver si necesita tu ayuda.

Algunas dudas más

Seguro que tienes muchas preguntas en esta etapa, así que me gustaría comentarte algunos de las situaciones más habituales:

• Puede estornudar y toser de vez en cuando.
• Es normal que tenga mucho hipo.
• El ruido al respirar es muy habitual.
• Verás que suspira con frecuencia.
• Es normal que le tiemble la barbilla, pero no es por frío.
• Puede tener sacudidas de brazos y piernas.
• Es habitual que bizquee.
• Es posible que su piel se despelleje.
• El ombligo puede salirse hacia afuera con el llanto o el esfuerzo.
• Es frecuente que tenga dermatitis en la cara.
• Puede presentar escamas en el cuero cabelludo. Si es muy acusada, coméntalo con tu pediatra.

Conclusiones

¡Muchísimas felicidades por haber traído al mundo un bebé tan maravilloso!

Tienes contigo a un recién nacido sobre el que sabes poco pero tranquila, el instinto te guiará y lo hará casi todo. Para el resto, ya sabes que cuentas con tu pediatra.

Lo normal es tener mil dudas, así que no olvides apuntarlas todas y no salir de consulta con ninguna sin resolver.

El primer mes es duro porque todo es nuevo y puede resultar abrumador. Además, y esto hay que recordarlo, es muy posible que no te encuentres en tu mejor momento, estés muy cansada, dolorida, triste a ratos… Pero recuerda esto: lo estás haciendo bien. Todo va a mejorar y muy deprisa, ya lo verás.

No olvides disfrutar y cuídate. Porque vas a vivir momentos tan increíbles, que querrás guardarlos todos para recordarlos siempre.

Te espero el próximo mes para explicarte cómo va creciendo tu pequeño y verás cuánto habéis avanzado juntos.

¡Enhorabuena! El viaje más alucinante de tu vida acaba de comenzar.

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