Bebé con reflujo

Actualizado en enero 2024
Dra. Irene Alías

Escrito por Dra. Irene Alías, pediatra y neonatóloga

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Madre con bebé llorandoEl reflujo gastroesofágico es bastante frecuente en bebés. La mayoría de las veces serán regurgitaciones que se irán resolviendo espontáneamente conforme tu hijo vaya creciendo, sin necesidad de ningún tratamiento, y sin afectar a su ganancia de peso y talla. Pero en algunos casos puede convertirse en algo “patológico”, precisando ampliar el estudio y pautar un tratamiento específico.

¿Tu bebé tiene bocanadas o vómitos con frecuencia? ¿Quieres saber si lo que tiene es reflujo y cómo puedes ayudarle? ¿Deberían hacerle alguna prueba? Resuelvo todas estas cuestiones a continuación, para que sepas cómo actuar si tu pequeño tiene regurgitaciones frecuentes.

¿Qué es el reflujo y la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)?

El reflujo consiste en la vuelta del contenido del estómago hacia la boca, que ocurre sin esfuerzo y de manera esporádica en algunos bebés, sobre todo tras las tomas. Es bastante frecuente y afecta a 2 de cada 10 bebés menores de 6 meses.

Muchas veces no llega hasta la boca, sino que se queda en el esófago, lo que se conoce como reflujo silente, siendo más difícil de identificar.

Es importante diferenciar entre 2 situaciones:

Reflujo “fisiológico”

Si tu bebé vomita o regurgita con frecuencia, pero coge peso bien, crece con normalidad, se encuentra tranquilo y come sin molestias, hablaremos de reflujo “fisiológico”.

Este tipo de reflujo aparece debido a la inmadurez del cardias, que es la válvula que se encuentra en la parte superior del estómago y evita que el contenido del estómago vuelva hacia arriba. No es peligroso para tu hijo, ni necesita ningún tipo de prueba, sino que el diagnóstico se realiza a través de los síntomas que presenta.

Tu pediatra te recomendará una serie de medidas posturales y dietéticas para disminuir las regurgitaciones… Conforme tu bebé vaya madurando, los síntomas irán desapareciendo y, en la mayoría de los casos, suelen resolverse antes de los 6-12 meses.

Enfermedad por Reflujo gastroesofágico (ERGE)

Por el contrario, si tiene vómitos muy frecuentes, grandes y le afectan a su ganancia de peso y talla, síntomas respiratorios , irritabilidad, llanto durante o tras las tomas, esofagitis… hablaremos entonces de Enfermedad por Reflujo gastroesofágico (ERGE).

En este caso sí es conveniente ampliar el estudio para hacer diagnóstico diferencial con otras patologías que pueden presentar síntomas similares para poder pautar un tratamiento correcto para tu bebé.

¿Qué causa el reflujo en los bebés?

La causa más frecuente por la que tu bebé puede presentar reflujo es la inmadurez del cardias (la válvula que comunica el esófago con el estómago). Esto hace que no se cierre adecuadamente el estómago tras la toma y, por eso, su contenido asciende con facilidad, cuando movilizamos al bebé o al estar tumbado.

Padres con bebé llorando en brazosAdemás, hasta los 6 meses, como tu bebé solo toma leche y aún no es capaz de mantenerse sentado, pasando muchas horas tumbado, es frecuente que el contenido líquido en el estómago suba hacia el esófago con facilidad.

En el caso de que presente una ERGE, tu pediatra solicitará algunas pruebas para descartar otras patologías asociadas (alergia a las proteínas de leche de vaca, esofagitis, fibrosis quística, enfermedades genéticas…).

Existen algunos factores de riesgo que pueden predisponer a un bebé a presentar reflujo gastroesofágico: si es prematuro (por la inmadurez de su sistema digestivo), si padece fibrosis quística, enfermedades neurológicas como por ejemplo una parálisis cerebral, retraso psicomotor, patologías quirúrgicas por defectos al nacimiento como la atresia de esófago, la hernia diafragmática o los cuadros de malrotación.

¿Cuáles son los síntomas del reflujo y la ERGE en los bebés?

Los síntomas más frecuentes que puedes observar en tu bebé si padece reflujo gastroesofágico son:

Náuseas
Regurgitaciones
Vómitos

Puedes sospechar que tu pequeño lo padece si es frecuente que presente bocanadas o vómitos tras la tomas (aunque también pueden ocurrir durante la tomas, o incluso horas después), pero a pesar de eso tu bebé come bien, con apetito, sin molestias digestivas, gana bien el peso y crece adecuadamente, lo que se conoce como regurgitador feliz.

En el caso de ERGE, presentará, además de las regurgitaciones y los vómitos, otros síntomas asociados como son:

  • Arqueamiento de la espalda hacia atrás, y movimientos anormales del cuello (el bebé, para intentar que no suba el reflujo y le ocasione molestias, se echa hacia atrás intentando evitarlo).
  • Irritabilidad o llanto (por las molestias digestivas que le produce el reflujo).
  • Atragantamientos, tos, apneas (cese de la respiración durante unos segundos), neumonías recurrentes (por paso del contenido del estómago a las vía respiratoria), faringitis, bronquitis, laringitis estridor, cianosis…
  • Inapetencia o rechazo de las tomas (debido a que asociará el momento de comer, con algo negativo y desagradable).
  • Estancamiento o pérdida de peso.
  • Malnutrición.
  • Vómitos con sangre, esofagitis o sangre en heces.
  • Anemia o palidez cutánea.

Ante cualquiera de estos síntomas, es importante que consultes con tu pediatra para que pueda valorar a tu hijo.

¿Cómo aliviar los síntomas del reflujo en los bebés?

Para disminuir los síntomas del reflujo en tu bebé, puedes llevar a cabo algunas modificaciones dietéticas y en los hábitos de alimentación de tu pequeño como son:

Madre con bebé en postura vertical Ofrecer tomas más pequeñas pero con más frecuencia (así evitaremos que su pequeño estómago esté muy lleno y suba con facilidad el contenido hacia arriba).

Darle el alimento en cuanto muestre las primeras señales de hambre, así evitarás que coma con mucha ansiedad o llorando e ingiera más aire.

Evita movimientos bruscos en tu bebé tras la toma, o apretar su barriguita.

Intenta, tras la toma, que expulse los gases, para evitar que se le acumulen.

Si toma lactancia materna, puedes optar por posturas más verticales, como la posición a caballito.

Si toma fórmula infantil, y presenta irritabilidad o pérdida de peso, puede ser que vuestro pediatra os recomiende una fórmula antirreflujo que contiene espesantes para disminuir los episodios de reflujo (habrá que valorar en cada caso).

En niños con alergia a proteínas de la leche de vaca diagnosticada, el reflujo mejorará con fórmula hidrolizada.

Si tiene molestias o irritabilidad, es posible que vuestro pediatra os prescriba un antiácido para aliviar los síntomas. Aunque seguirá teniendo reflujo, las regurgitaciones no serán ácidas y así le evitamos las molestias.

Medidas posturales antirreflujo: tras la toma, evita tumbarlo inmediatamente, es preferible mantenerlo 20-30 min en posición vertical (brazos, porteo…).

Cuando los bebés están en horizontal, sale más fácilmente. Pero si se le levanta el tronco un poquito, se obstaculiza la regurgitación.

Dr. Juan Casado, pediatra

Cuando esté tumbado, se recomienda seguir las recomendaciones de dormir boca arriba para evitar el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL). En niños mayores de 1 año que aún tengan síntomas, puede ser beneficioso elevar la cabecera de la cama 30-40º.

¿Cuándo debo visitar al pediatra?

Aunque la mayoría de casos de reflujo van a ser fisiológicos y sin importancia… es recomendable que consultes con tu pediatra si tu bebé presenta:

Vómitos grandes y frecuentes o incluso si vomita todas las tomas, vuelve a pedir alimento con mucha hambre y lo vuelve a vomitar.

Está irritable, con molestias y dolor, se arquea continuamente, llora durante la toma

Rechaza el alimento.

Presenta síntomas respiratorios: tos, apneas, neumonías recurrentes…

Si su barriguita se pone distendida, dura o a tensión.

Ten en cuenta que, los niños recién comidos, tienen la tripa abombada. Los padres dicen que tiene la tripa gorda o grande después de comer. Es normal, porque come mucho volumen respecto a su peso. Y ese volumen, más la ausencia de válvula, más la leche, que no es sólida… facilita que el alimento, el líquido del estómago, salga sin fuerza.

Dr. Juan Casado, pediatra

Si tu bebé no gana peso o pierde peso.

Si el reflujo empieza después de los 6 meses.

Si presenta vómitos con sangre o biliosos.

Conclusiones

El reflujo gastroesofágico es frecuente en los bebés pequeños. Si tu hijo presenta pequeñas bocanadas tras las tomas, sin molestias, y gana peso adecuadamente, será un cuadro de reflujo fisiológico y no precisará realizar más pruebas. Únicamente deberás llevar a cabo las medidas posturales antirreflujo y las recomendaciones dietéticas para evitar que la leche suba con facilidad hacia el esófago.

Por el contrario, si tu bebé presenta vómitos grandes y frecuentes, con afectación de su peso, está irritable, se arquea, rechaza el alimento… puedes estar ante un caso de ERGE y será importante acudir a tu pediatra para valoración.

Bibliografía

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Dra. Irene Alías
Dra. Irene Alías
Pediatra y madre. Desde 2014 ejerce su profesión en el Hospital Mediterráneo de Almería y es también docente, poniendo especial interés en acompañar a sus pequeños pacientes, a sus familias y a sus estudiantes que forma para que, entre todos, cuidemos de la mejor manera a nuestros niños y niñas.

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