Ha llegado el momento de la inducción medicamentosa
Ahora mismo tiene el aspecto de cualquier recién nacido, pero más rollizo.
¿Qué encontrarás en esta guía?
Cambios en tu bebé esta semana
A partir de esta semana aumenta el riesgo del embarazo, por lo que las recomendaciones oficiales son no sobrepasar la semana 42.
La placenta tiene un tiempo de vida útil y ya le cuesta cubrir las necesidades de tu bebé, por lo que se aconseja que nazca ya si tú sola no te has puesto de parto.
Los bebés que nacen tan al final del embarazo han absorbido casi toda la capa de grasa que cubría su cuerpo, la vérnix caseosa. Algunos la mantienen en zonas de pliegues solamente: axilas, cuello e ingles. Incluso algunos nacen con la piel un poco seca y descamada.
El principal cambio en esta semana es un aumento de la ansiedad. No caigas en el error habitual de pensar que no te has puesto de parto porque has hecho algo mal o porque no has seguido todos los consejos de tu matrona, ¡ojalá fuera tan sencillo! Se desconoce el motivo por el que algunas mujeres no se ponen de parto, así que no estaba en tu mano hacer que eso sucediera ni tienes que sentirte menos capaz por necesitar una inducción. Y ese, precisamente, es otro de los motivos de que aumente tu nerviosismo esta semana: la inducción del parto. Es muy importante el movimiento para el parto. Si te ingresan para provocártelo, intenta permanecer en la cama acostada el menor tiempo posible durante el día, así propiciarás que la cabecita de tu bebé se apoye bien en el cuello del útero y que las contracciones sean más regulares y efectivas. Si puedes, durante la noche descansa y, si lo necesitas, echa una siesta durante el día. Un parto es un esfuerzo físico tremendísimo, más todavía si es inducido, por las horas de desgaste psicológico que conlleva esa espera. Desde la semana 40 y hasta el parto, se aconsejan de 1 a 3 consultas de seguimiento semanales con la matrona o el ginecólogo, pero cuanto más te acerques al fin del embarazo a término, más frecuentemente te valorarán para proponerte una inducción cuando los potenciales riesgos de continuar con el embarazo pudieran superar a los potenciales riesgos de una inducción. La inducción del parto suele iniciarse de manera mecánica mediante un tacto vaginal en el que, con los dedos, se despegan las membranas del cuello del útero (maniobra de Hamilton). Sin embargo, no siempre tiene éxito, por lo que la inducción medicamentosa pasa a ser la siguiente estrategia. Y… ¿cómo es una inducción medicamentosa? Si tienen que provocarte el parto, te ingresarán en el hospital y comenzarán a aplicarte de forma secuencial medicamentos específicos para provocarte el parto: Mientras estés con las prostaglandinas, te realizarán cada pocas horas un monitor, para valorar tus contracciones y el estado de tu bebé. Con la oxitocina puesta, la monitorización ya ha de ser continua, puesto que es un medicamento potente que ha de ser estrechamente vigilado. Y… potentes son también las contracciones que produce. Generalmente las mujeres cuyos partos se inducen, solicitan en mayor medida la anestesia epidural. Quienes dan a luz por segunda vez de manera espontánea, tras un parto anterior provocado, dicen que no tienen nada que ver las contracciones. Seguramente hayas oído más de una experiencia del tipo “mi madre estuvo 3 días de parto conmigo”, pero no es una afirmación del todo correcta. La gente suele confundir romper la bolsa o comenzar con contracciones con estar de parto y no es así. El final del embarazo pasa por varias fases, la primera de ellas son los pródromos, que pueden durar varios días. Generalmente aparecen contracciones, pero son muy irregulares en cuanto a su intensidad y frecuencia. Suelen ser más molestas durante la noche, por lo que la mujer termina agotada al no poder descansar bien; durante el día, disminuyen o llegan a desaparecer. Se considera trabajo de parto o fase activa del parto al inicio del parto propiamente dicho, cuando a la presencia de contracciones regulares se le suma una dilatación del cuello uterino. Hasta hace muy poquito se establecía esa dilatación en 3 centímetros, pero desde 2018 la Organización Mundial de la Salud considera que el parto está activo a los 5 centímetros. Esto significa que el tiempo que pase desde las primeras contracciones hasta los 5 centímetros de dilatación es muy variable de una mujer a otra. Ten en cuenta que, durante la inducción, en la mayoría de los hospitales, hasta que se inicie el parto, estarás ingresada en la planta de maternidad y podrás recibir visitas (una vez en paritorio, al ser área quirúrgica, únicamente podrá estar contigo tu acompañante). Si te encuentras bien, tener unos ratos de distracción con familiares y amigos puede hacerte la espera mucho más amena. Nota: este contenido ha sido redactado por Jade Magdaleno, matrona con años de experiencia asistencial y académica. Aún así, esta información nunca debe sustituir el seguimiento de tu embarazo por parte de tu médico. Tus cambios físicos y emocionales
Consejos para tu bienestar
Exámenes médicos y pruebas en la semana 42
Preguntas frecuentes
¿Mi parto puede durar días?¿Quieres saber más?