Infusiones para embarazadas

Si estás embarazada, tal vez te interese saber qué beneficios pueden aportarte algunas infusiones. En primer lugar, por ejemplo, es necesario que te plantees lo siguiente: si una infusión es capaz de lograr cambios en tu organismo, es posible que estos sean beneficiosos, pero también pueden ser nocivos.

En este artículo te explico por qué es importante que consultes con tu médico si puedes tomar o no infusiones durante la gestación y, además, qué beneficios tiene o qué precauciones debes tener en cuenta.

¿Es bueno tomar infusiones embarazada?

A menudo se habla de las infusiones como si fueran la panacea contra dolencias habituales, pero, aunque en ocasiones pueden ser de ayuda, es importante desmitificar esa creencia de que lo natural es siempre saludable. Y es que algunas infusiones están contraindicadas en el embarazo, habitualmente por el riesgo de aborto que conlleva su consumo en altas dosis.

En estos casos se desconoce la dosis exacta que marca el límite entre consumo seguro y consumo de riesgo. No sabemos a partir de cuántas tazas al día o a la semana podría aparecer un problema.

Algo importante que nos dice la evidencia es que, en la gran mayoría de los casos, los resultados beneficiosos de las infusiones son muy sutiles. Incluso, a veces, solo se aprecian con un consumo mucho más elevado del habitual, especialmente con el uso de extractos encapsulados.

No hablaremos aquí de estos preparados mucho más concentrados, sino de la infusión en agua de sus hojas, raíces, etc. Tampoco hablaremos del uso de determinadas plantas como condimentos de la comida. Si tienes algún problema de salud, consulta con tu ginecólogo o matrona qué manejo debes hacer de las infusiones o los condimentos en tu caso.

Existe otra forma de presentación, llamada tintura, que está totalmente desaconsejada en la gestación por su contenido en alcohol.

Veamos, a continuación, qué infusiones pueden ser más interesantes y cuáles son mejor evitar.

Infusiones beneficiosas durante el embarazo

Las infusiones pueden tener diferentes beneficios durante esta etapa de tu vida. Te contamos los principales:

Beneficios digestivos

Si sufres náuseas o vómitos, los remedios más tradicionales en formato infusión son:

El jengibre tiene eficacia demostrada como antiemético, aunque desconocemos su mecanismo de acción, y las publicaciones científicas nos aseguran que puede ser de gran ayuda. Debes saber que uno de sus principales efectos secundarios son los ardores de estómago. Se recomienda muchísimo en obstetricia con este fin, aunque también puede ingerirse fresco, como condimento o en cápsulas.

Algunas publicaciones recomiendan las infusiones de menta piperita o limón, pero solo hay cierta evidencia con su uso en aromaterapia. En infusión, podría haber riesgo de aborto solo en casos de consumo excesivo.

Las infusiones de anís a dosis normales no han demostrado ser perjudiciales y parecen aliviar molestias relacionadas con gases.

Beneficios relajantes

Si necesitas estar más relajada y quieres reducir tus nervios:

La valeriana es beneficiosa contra el nerviosismo y la ansiedad y no se ha descrito daños con su uso habitual en el embarazo en forma de infusión.

Infusiones con las que tener precaución embarazada

Maximiza las precauciones con las infusiones, especialmente en el primer trimestre. Este es el periodo más vulnerable para el feto, al estar formándose todos sus órganos y, por ello, será más sensible a cualquier sustancia que pueda llegarle a través de la placenta.

Algunas de las infusiones que aparecen a continuación son muy habituales y pueden parecer completamente inofensivas. Muchas mujeres desconocen que pueden llegar a ocasionar daños en el embarazo.

Infusiones recomendadas para aliviar molestias digestivas (náuseas, vómitos, gases o digestiones pesadas) cuyo consumo se debe minimizar o suprimir en el embarazo:

Manzanilla: puede producir aborto, parto prematuro, bajo peso al nacer y estrechamiento en el ductus arterioso, una estructura del corazón del bebé.

Aloe vera: estimula al útero, pudiendo producir aborto o parto prematuro.

Poleo: puede producir aborto.

Regaliz: se relaciona con el parto prematuro.

Salvia: puede producir aborto.

Canela: puede producir malformaciones fetales a altas dosis como infusión. Pero sí puede consumirse como condimento.

La infusión de tomillo se aconseja para aliviar las molestias típicas de las afecciones de garganta, pero pueden puede producir aborto, por lo que se desaconseja su consumo en la gestación.

Recuerda que, en una infusión, los componentes de estas plantas están muy concentrados. Es por esto que sí pueden usarse la canela o el tomillo como condimentos con seguridad. También puedes aplicarte cremas con aloe vera, puesto que la cantidad de aloe vera que contienen es baja y el paso hasta la placenta desde la piel, irrelevante.

Las hojas del frambueso, en infusión, se utilizan para adelantar el parto. Los resultados en las investigaciones no son del todo concluyentes y se ha visto que puede producir bajadas de glucosa en sangre en mujeres diabéticas, algo peligroso si están usando insulina, porque pueden sufrir una hipoglucemia.

Si tu embarazo es de bajo riesgo, no hay indicación de que lo adelantes, puesto que podría ser perjudicial. Si hay una situación adversa que requiere finalizar ya la gestación, es más seguro optar por alternativas de inducción con más respaldo científico. ¡Ojo! Puedes comer frambuesas con normalidad, los efectos no tienen nada que ver con la infusión de las hojas de su planta.

La hierba de San Juan se utiliza en estados depresivos y de ansiedad. Se ha visto que puede ocasionar malformaciones fetales a altas dosis. Además, esta hierba interacciona con multitud de medicamentos.

Otras infusiones que podemos encontrar y sobre las que se desconocen efectos de toxicidad sobre el feto son las de eucalipto, albahaca, aceite de ricino, orégano, comino, achicoria y borraja.

Cómo preparar las infusiones durante el embarazo

Para preparar correctamente las infusiones en el tiempo que dura la gestación, hay que seguir los pasos que te cuento a continuación:

• Prioriza consumir infusiones en las que puedas consultar en el etiquetado la composición de lo que estás tomando.
• Sigue las instrucciones de preparación que indique el fabricante, respetando tanto la temperatura del agua, como el tiempo de infusión. Superar alguna de estas recomendaciones hará que se extraigan compuestos que, además de empeorar el sabor, desconocemos si podrían ser perjudiciales.
• No añadas nada para endulzar la infusión, puesto que la convertirías en un alimento superfluo.
• No sobrepases las 2 tazas al día.
• Si dudas si una infusión pudiera ocasionarle algún daño a tu bebé, consulta al Servicio de Información Telefónica para la Embarazada del Instituto de Salud Carlos III.

Diferencia entre infusión y té

A menudo, se escucha hablar de té e infusiones como si fueran términos intercambiables, pero en realidad, hay diferencias significativas entre ambos. Comprender estas distinciones puede ayudarnos a apreciar mejor estas bebidas tan populares y saber cuáles son las que nos convienen, o no, durante el embarazo.

Té

El té, como lo conocemos comúnmente, se refiere a una bebida preparada a partir de las hojas secas de la planta Camellia sinensis. Esta planta es originaria de China, pero su cultivo y producción se ha extendido a lo largo de los siglos a diversas regiones de todo el mundo.

Lo que hace que el té sea tan especial es su procesamiento particular, que involucra oxidación y fermentación controladas para dar lugar a diferentes tipos de té, como el té verde, el té negro, el té oolong y el té blanco, entre otros.

Cada tipo de té tiene características únicas en cuanto a sabor, aroma y contenido de antioxidantes y compuestos beneficiosos para la salud. Por ejemplo, el té verde es conocido por su alto contenido de polifenoles y catequinas, mientras que el té negro es valorado por su sabor robusto y potencial para mejorar la función cardiovascular.

Infusiones

Por otro lado, el término «infusión» es mucho más amplio y abarca una gran variedad de bebidas preparadas al remojar, en agua caliente, diversos ingredientes, como hierbas, flores, frutas, especias y otros elementos naturales.

Las infusiones no provienen necesariamente de la planta de té (Camellia sinensis) y pueden ser completamente libres de teína, a diferencia de muchas variedades de té.

Las infusiones permiten una amplia gama de sabores y beneficios, dependiendo de los ingredientes utilizados. Por ejemplo, la manzanilla se utiliza comúnmente para calmar y relajar, la menta es conocida por su capacidad para aliviar problemas digestivos, y el rooibos se destaca por su suavidad y contenido de antioxidantes.

Conclusiones

Es fundamental abordar con cautela el consumo de infusiones durante el embarazo, considerando tanto los beneficios potenciales como los riesgos asociados. Si bien muchas infusiones de hierbas pueden ofrecer propiedades terapéuticas y ayudar a aliviar ciertas molestias comunes durante el embarazo, la falta de evidencia científica sólida y los posibles efectos adversos deben ser tenidos en cuenta.

Es aconsejable que las mujeres embarazadas consulten siempre con su médico o profesional de la salud antes de incorporar cualquier tipo de infusión a su dieta.

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