Tu bebé ya percibe la luz exterior
¿Qué encontrarás en esta guía?
Cambios en tu bebé esta semana
Los ojos se encuentran casi en su posición definitiva y la nariz está ya perfectamente formada. Comienzan a apreciarse los pliegues de las palmas de las manos y las plantas de los pies, también los de los párpados, aunque todavía continúan cerrados.
Puede que tu bebé empiece a tener hipo más frecuentemente, para ejercitar los músculos que utilizará para la respiración desde el momento de su nacimiento.
Sus sentidos empiezan a agudizarse, es más sensible al tacto contra las paredes de tu útero y es capaz de percibir la luz intensa que incida sobre tu abdomen.
Tus cambios físicos y emocionales
Tu piel continúa estirándose más y más y puede comenzar a picarte el abdomen por este motivo.
El útero, cada vez más grande y pesado, comprime una gran vena, llamada cava, cuando te tumbas boca arriba. Por la vena cava retorna la circulación sanguínea de las piernas, si el útero la comprime, llega en menor medida al corazón y se produce una bajada de tensión.
No es peligroso para tu salud, pero sí debes tener precaución a la hora de incorporarte, puesto que si lo haces bruscamente te puedes caer al suelo… ¡y el golpe sí puede causarte algún daño!
Ese retorno dificultado de la sangre de los miembros inferiores al corazón es el causante de que tus tobillos se pongan inmensos, comienza la retención de líquidos. La retención de líquidos puede hacer que, aunque controles la dieta, tu peso aumente más de la cuenta. Calma el picor abdominal debido al estiramiento progresivo de tu piel con hidratación frecuente. Aunque suene contradictorio, cuanta más agua bebas, menos líquido retendrás. Si bebes poca agua, tu cuerpo “entiende” que debe guardarla porque le tienes sediento, creando así reservas donde no debe (como tus tobillos). Sin embargo, si bebes una cantidad de agua adecuada, tu cuerpo entiende que no es necesario andar guardándola por todos sus recovecos, además facilitas la eliminación de las sustancias de desecho que favorecen la retención. Tomar un exceso de sal, llevar ropa ajustada y permanecer mucho tiempo en la misma postura, favorecen la retención de líquidos. Para combatirla deberías: En cada consulta a la que acudas escucharán el latido cardiaco de tu bebé y controlarán tu peso y tu tensión arterial. Si los picores no se limitan a la piel del abdomen, sino que son intensos en pies y manos, e incluso en el resto del cuerpo, te mandarán una analítica sanguínea para valorar tus ácidos biliares. En ocasiones, sin saber muy bien la causa, aumentan en el embarazo produciendo esos picores, náuseas, vómitos y un color amarillento de la piel. Suele tener buena evolución, pero requiere tratamiento para evitar complicaciones. Tumbarte boca arriba puede hacer que te marees, porque baja la tensión arterial. Esa tensión baja hace también que el flujo placentario sea menor, reduciendo así el aporte de oxígeno y nutrientes a la placenta. Ten en cuenta que la vena cava se comprime, pero no se colapsa, por lo que tumbarte boca arriba no va a ser catastrófico para tu bebé. El cuerpo es sabio y mucho antes de que la situación pueda comprometer su bienestar, tú te vas a encontrar verdaderamente incómoda en esa postura, así que inconscientemente te cambiarás para dormir bien durante tu embarazo. Si antes del embarazo dormías siempre boca arriba, a medida que aumente el tamaño de tu abdomen, te resultará molesto, así que escogerás otra postura. Boca abajo no le pasa nada a tu bebé, no le vas a aplastar, pero igualmente te resultará incómoda esa postura a medida que crezca el abdomen. Nota: este contenido ha sido redactado por Jade Magdaleno, matrona con años de experiencia asistencial y académica. Aún así, esta información nunca debe sustituir el seguimiento de tu embarazo por parte de tu médico.
Consejos para tu bienestar
Exámenes médicos y pruebas en la semana 15
Preguntas frecuentes
¿Dormir boca arriba es peligroso para el bebé?¿Quieres saber más?