En este artículo te explicaré en detalle qué es el ácido fólico, de dónde se obtiene, cómo y cuándo tomarlo, qué dosis es la recomendada en cada caso y más cosas que necesitas saber si estás embarazada o planeas estarlo.
¿Qué encontrarás en esta guía?
- 1 ¿Qué es el ácido fólico?
- 2 Diferencias entre folato y ácido fólico
- 3 ¿Cuáles son los beneficios del ácido fólico?
- 4 ¿Cuándo tomar ácido fólico?
- 5 Cantidades recomendadas de ácido fólico
- 6 Riesgos de no tomar ácido fólico en el embarazo
- 7 Síntomas de nivel de ácido fólico bajo
- 8 Alimentos con ácido fólico
- 9 Recomendaciones finales
- 10 Bibliografía
¿Qué es el ácido fólico?
Ácido fólico es el nombre más común con el que se conoce a la vitamina B9. Está presente naturalmente en algunas verduras, frutas, legumbres, frutos secos, carnes y lácteos. Y también podemos encontrar su equivalente sintético en suplementos vitamínicos o alimentos reforzados.
Como todas las vitaminas del grupo B, es vital para el buen funcionamiento de nuestro organismo y está muy involucrada en el mantenimiento de la función cerebral y del sistema nervioso.
El inconveniente es que, al tratarse de una sustancia hidrosoluble, no es almacenada en el organismo así que las cantidades sobrantes son desechadas a través de la orina ¿Qué significa? Que hay que ingerirla diariamente.
Para empezar a tomar ácido fólico, no es necesario que lo recete un médico. Así que si estás planeando quedarte embarazada, puedes ir tú misma a la farmacia a comprarlo para tomarlo antes del embarazo.
Laia Rovira, nutricionista especialista en embarazo e infancia
Diferencias entre folato y ácido fólico
Es común referirse a la vitamina B9 como ácido fólico o folato indistintamente. Sin embargo, no son exactamente lo mismo. El folato es la forma natural en la que esta vitamina está presente en algunos alimentos, mientras que el ácido fólico es un tipo de folato sintético y, por tanto, artificial, que tanto se incluye en suplementos vitamínicos y complementos alimenticios como en alimentos fortificados.
La diferencia está en su estructura química y el modo en que nuestro cuerpo los aprovecha. El folato es asimilado por el organismo a través de la mucosa del intestino delgado mientras que el ácido fólico, para que el cuerpo pueda usarlo, necesita un paso adicional por el hígado.
¿Cuáles son los beneficios del ácido fólico?
El ácido fólico cumple un papel fundamental en la creación y el mantenimiento de nuevas células y es necesario para el desarrollo (replicación) del ADN. Además, junto con la vitamina B12 y la vitamina C, colabora en la producción de glóbulos rojos. Todas ellas funciones de vital importancia durante el embarazo, sobre todo en las primeras semanas para garantizar que el feto se desarrolle adecuadamente.
Contar con la cantidad adecuada de ácido fólico en el organismo ya desde la concepción puede prevenir hasta un 70 por ciento de algunos defectos de nacimiento muy graves como los defectos del tubo neural, también llamados DTI. Aunque no nos suene a algo común, en España se diagnostican unos 400 casos de DTI cada año.
Esta vitamina también reduce el riesgo de sufrir un aborto espontáneo, tener un desprendimiento prematuro de placenta o padecer preeclamsia.
¿Cuándo tomar ácido fólico?
Se recomienda empezar a tomar ácido fólico uno o dos meses antes de quedarse embarazada (mínimo dos meses si estás en el grupo de alto riesgo). Si haces una visita preconcepcional, tu médico te recetará la dosis adecuada.
Se empieza tan pronto a tomarlo porque las deformaciones del tubo neural que previene el ácido fólico se producen durante las primeras cuatro semanas de embarazo, generalmente antes de que te hayas enterado de que estás encinta.
Una vez confirmado el embarazo se ha de continuar con el ácido fólico hasta alcanzar las primeras 12 semanas.
El ácido fólico se puede tomar en cualquier momento del día, porque más que la hora, lo importante es la continuidad. Así que lo recomendable es adquirir el hábito para no olvidar tomarlo. Además, al tratarse de un suplemento, mi recomendación es leer bien la etiqueta para saber si debe consumirse con o sin comida o si hay alguna indicación más a tener en cuenta.
Laia Rovira, nutricionista especialista en embarazo e infancia
Cantidades recomendadas de ácido fólico
La cantidad de ácido fólico que debe tomar cada mujer varía de acuerdo a ciertos factores. El médico te indicará la dosis adecuada para ti. Para que te hagas una idea, a modo orientativo, las recomendaciones médicas oficiales son:
- Si estás dentro del grupo de alto riesgo de tener una gestación con deformaciones del tubo neural (DTN). Los factores de riesgo son: haber tenido un hijo anterior con defecto del tubo neural, padecer epilepsia y estar en tratamiento con ácido valproico o carbamacepina, ser alcohol-dependientes o drogodependientes, sufrir desnutrición evidente o malabsorción. En estos casos la recomendación es de 4 mg por día.
- Si estás planificando quedarte embarazada y no tienes ninguno de los factores de riesgo del punto anterior. Tu médico te indicará una dosis de entre 0,4 y 0,8 mg por día.
- Si estás en edad fértil con posibilidad de tener un embarazo no planificado. Ante la posibilidad de quedarse embarazada aún sin buscarlo, recomiendan tomar 0,4 mg de ácido fólico al día.
- Si tienes un embarazo múltiple. En este caso la dosis será de 1 mg al día.
- Si te has quedado embarazada sin planificarlo y por ello no tomaste ácido fólico los meses previos. La recomendación es que tomes 5 mg durante un mínimo de 12 semanas para conseguir unos niveles buenos en el organismo. Pasado este período la dosis se reducirá a entre 0,4 y 1 mg.
Riesgos de no tomar ácido fólico en el embarazo
Los estudios científicos como este han demostrado que la ingesta insuficiente de ácido fólico tanto durante el embarazo como en los meses previos puede provocar alteraciones del sistema nervioso central del bebé denominadas deformaciones del tubo neural (DTN). Estas deformaciones congénitas conllevan el desarrollo incompleto del cerebro y la médula espinal. Las más comunes son:
- Espina bífida: la médula espinal y la columna vertebral no se cierran completamente. Puede producir parálisis de la parte inferior del cuerpo, falta de control del intestino y la vejiga (incontinencia fecal y de orina) y también, dificultades de aprendizaje.
- Anencefalia: el bebé nace sin partes del encéfalo (formado por cerebro, tallo y cerebelo) y el cráneo. Lamentablemente, no existe una cura ni tratamiento para esta enfermedad. Casi todos los bebés que nacen con ella mueren a los pocos días de nacer.
- Encefalocele: el tejido cerebral sobresale de la piel a través de una abertura del cráneo localizada entre la nariz y la nuca. Puede provocar retrasos en el crecimiento, discapacidad intelectual, descoordinación muscular, pérdida de fuerza en brazos y piernas, problemas de vista, acumulación de líquido en el cerebro y convulsiones.
Un déficit de ácido fólico durante la gestación también puede provocar labio leporino, cardiopatías congénitas, abortos espontáneos, desprendimiento prematuro de placenta y preeclamsia.
Síntomas de nivel de ácido fólico bajo
La deficiencia de ácido fólico en el organismo es detectable ya que se manifiesta mediante una serie de síntomas la mayoría de ellos relacionados con la disminución de los glóbulos rojos (anemia) y, como consecuencia de esta, la menor circulación de oxígeno en el organismo. Presta atención a la lista y si percibes alguno de ellos, estés o no embarazada, es importante que lo consultes con tu médico:
- Problemas cognitivos, como falta de concentración u olvidos repentinos.
- Dolores corporales, normalmente dolor de cabeza o en las extremidades.
- Palidez en la piel, provocada por la falta de hemoglobina.
- Falta de aliento al realizar actividades deportivas, frecuentemente acompañada de aumento del ritmo cardíaco, mareos e incluso, desmayos.
- Problemas digestivos que podrían acarrear náuseas, vómitos o diarrea.
- Inflamación de las mucosas de la boca, aparición de llagas y la lengua se pone roja, se irrita o se hincha. También se puede producir pérdida del gusto.
- Problemas menstruales.
- Fatiga e irritabilidad con sensación permanente de cansancio.
- Aparición de pequeñas úlceras en las piernas.
Alimentos con ácido fólico
El ácido fólico o, mejor dicho, folato, como se denomina en su forma natural, está presente en una gran cantidad de alimentos. Incluirlos en tu dieta es tan beneficioso tanto si estás embarazada o buscando como si no. Estos son los principales alimentos ricos en folato:
- Verduras (principalmente las de hoja verde): espinacas, acelgas, endivias, lechuga, berro, remolacha, coles de bruselas, espárrago, brócoli, brécol, coliflor, puerro, alcachofa, apio, tomate, alcachofa, zanahoria, calabaza.
- Legumbres: guisantes, judías, garbanzos, lentejas, soja.
- Frutas: fresas, melón, naranja, papaya, plátano, pomelo, aguacate.
- Frutos secos: castaña, cacahuete, almendra.
- Cereales integrales y sus derivados (harinas): arroz integral, avena, quinoa,
- Semillas: de sésamo, de girasol, de calabaza.
No obstante, en caso de embarazo o durante el período preconcepcional no será suficiente la ingesta de estos alimentos para satisfacer las cantidades mínimas recomendadas para evitar riesgos en el feto. ¿Por qué? Se calcula que el organismo solo consigue aprovechar entre el 25 y el 50 por ciento de los folatos de los alimentos perdiéndose el restante en la cocción de los alimentos o incluso en el organismo durante la absorción. Es por eso que, para garantizar que tienes unos niveles adecuados, necesitarás tomar también algún suplemento que contenga ácido fólico.
Normalmente, no sabemos que estamos embarazadas hasta las 4 o 5 semanas o, incluso, a veces más tarde. Por eso, es importante poner especial énfasis en la alimentación desde el momento que planificamos quedarnos embarazadas.
Laia Rovira, nutricionista especialista en embarazo e infancia
Recomendaciones finales
Recuerda que durante el embarazo es más importante que nunca llevar una alimentación completa y equilibrada. Esa personita que estás creando necesita que le des todo lo mejor.
Aunque aquí te hemos dado una orientación de las cantidades usualmente recomendadas de ácido fólico, es tu médico quien debe recetarte la dosis adecuada para ti de acuerdo a tus circunstancias particulares. Si estás planeando quedarte embarazada lo mejor es que acudas a una consulta preconcepcional, el ginecólogo te ayudará a estar preparada y te resolverá todas las dudas que tengas. 1. Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. (2018) Control prenatal del embarazo normal. Prog Obstet Ginecol; 61(5):510-527. https://sego.es/ 2. Davis R. E., Nicol D. J. (1988) Folic acid. Int J Biochem; 20(2):133-9. PMID: 3280358. 3. Sinai Talaulikar V., Arulkumaran S. (2011) Folic acid in obstetric practice: a review. Obstet Gynecol Surv; Apr;66(4):240-7. PMID: 21756406. 4. van Gool J. D., Hirche H., Lax H., et al. (2018) Folic acid and primary prevention of neural tube defects: A review. Reprod Toxicol; Sep:80:73-84. PMID: 29777755. …. Si esta guía te ha resultado útil, te agradeceré mucho que la compartas haciendo clic en alguna de las redes sociales de abajo. No te cuesta nada y a nosotros nos ayuda un montón, ¡muchas gracias!Bibliografía