Las patadas de tu bebé son ya muy intensas
Mide 41 cm, como una piña grande, y pesa 1.500 g, como una botella de cristal de 1 litro llena de agua.
¿Qué encontrarás en esta guía?
Cambios en tu bebé esta semana

Además, la maduración de los riñones y pulmones es casi completa, aunque todavía no sería capaz de respirar por sí solo fuera del útero si naciera ya.
Tu hijo cada día que pasa se mueve más. Esas pataditas tan adorables que comenzaste a sentir hace unas semanas puede que te comiencen a desesperar, sobre todo cuando duermes y tu bebé se empeña en jugar con sus pies y tus costillas.
Cada vez crece más y el tamaño del útero es más justo, por lo que le queda menos espacio. Paciencia… es inevitable que cada vez las patadas vayan siendo más incómodas, pero en unas semanitas ¡echarás de menos sentirle en tu interior!
Tus cambios físicos y emocionales
Te fatigas con más facilidad durante estas últimas semanas porque el útero empuja hacia arriba todos tus órganos y queda menos espacio para los pulmones.
El descanso empieza a ser dificultoso, aunque estés cansada te cuesta cada vez más dormir.
A nivel hormonal, tus niveles de relaxina empiezan a dispararse. ¿Sabes para qué sirve esta hormona?
La relaxina aumenta en el embarazo para facilitar el movimiento de los huesos de la pelvis y el paso de tu bebé a través de ella el día de parto. A estas alturas, sus niveles son muy elevados.
Es sorprendente cómo la piel del abdomen sigue estirándose, eso puede producirte picores si no está suficientemente hidratada. Recuerda darte crema hidratante a diario para reducir estas molestias y evitar la aparición de estrías.
- Estreñimiento
- Manchas en la piel de la cara (cloasma)
- Estrías
- Dolor de espalda
- Retención de líquidos
- Ciática
- Ardores
- Calambres en las piernas
- Varices
- Hemorroides
- Edemas en las piernas
- Mareos
Consejos para tu bienestar

Ten precaución con las luxaciones, aunque te sientas más elástica, no fuerces posturas y no realices movimientos muy bruscos cuando hagas ejercicio físico.
Esto no debe ser, en ningún caso, motivo para que dejes de hacer ejercicio o disminuyas su frecuencia. Sí, tu cansancio te agradecería que lo hicieras, es tentador, pero la actividad física te ayuda a prevenir otras molestias como el estreñimiento, el dolor de espalda, la ciática, los calambres y los problemas circulatorios.
Además, estás entrenando a tu cuerpo para el día del parto y, con una buena condición física, la recuperación tras él será mucho mejor.
Si tu embarazo es normal, en esta semana no te corresponde realizarte ninguna prueba médica. Exámenes médicos y pruebas en la semana 31
Preguntas frecuentes
¿Puedo darme un baño de agua caliente para aliviar mi dolor de espalda?

Meterse en una bañera caliente o en un spa (¡uf! más apetecible aún) hace que se dilaten los vasos sanguíneos, lo que hace que baje la tensión y la sangre vaya más lenta, esto implica una reducción del flujo sanguíneo a la placenta, es decir, le llegaría a tu bebé menos sangre y, lo que es más importante, menos nutrientes y oxígeno.
En cambio, sí que puedes ducharte y dirigir el chorro de agua caliente hacia tus lumbares.
Una ducha de agua caliente no te sumerge por completo en el mismo calor que te produciría un baño.
Nota: este contenido ha sido redactado por Jade Magdaleno, matrona con años de experiencia asistencial y académica. Aún así, esta información nunca debe sustituir el seguimiento de tu embarazo por parte de tu médico.¿Quieres saber más?
