La lactancia materna puede parecer un proceso natural, pero encontrar la manera adecuada de alimentar a tu bebé puede requerir algo de práctica y paciencia. Existen diversas posiciones de lactancia, y algunas pueden funcionar mejor que otras, dependiendo de ti y de tu bebé.
Desde la posición de balón de fútbol hasta la postura reclinada, estas son algunas de las posiciones de lactancia que te ayudarán a amamantar de manera más cómoda y efectiva.
¿Cómo sostener al bebé al amamantar?
Para comenzar, coloca a tu bebé de lado, orientado hacia tus senos. Asegúrate de que todo su cuerpo esté mirando hacia tu pecho, con su oreja, hombro y cadera alineados.
Es importante que la cabeza de tu bebé no esté girada hacia un lado, sino alineada con el resto de su cuerpo.
Puedes utilizar una almohada de lactancia o una almohada normal para elevar a tu bebé a una altura que te permita acercarlo al pecho sin esfuerzo.
Una buena postura desde el principio facilita un mejor agarre y reduce la posibilidad de molestias en los pezones.
Posiciones para amamantar
Una vez que tú y tu bebé estén cómodos, prueba alguna de estas cinco posiciones recomendadas para la lactancia:
1. Posición de cuna
La posición de cuna es una de las más comunes.
Para lograr esta postura:
- Sitúa a tu bebé de manera que su cabeza repose en el pliegue de tu codo, del lado en que vayas a amamantar. La mano del mismo lado debe sostener el resto de su cuerpo.
- Con la otra mano, sujeta tu pecho, colocando el pulgar por encima del pezón y la areola en el punto donde la nariz de tu bebé hará contacto.
- Utiliza tu dedo índice para apoyar la barbilla de tu bebé y ayudarle a engancharse correctamente. Comprime ligeramente tu pecho para que el pezón apunte hacia la nariz de tu bebé. Así estará listo para empezar a succionar.
2. Posición cruzada
La posición cruzada es otra postura efectiva que ofrece más control sobre la cabeza del bebé.
Para usarla:
- Sostén la cabeza de tu bebé con la mano opuesta al pecho del que vas a amamantar. Si estás amamantando del pecho derecho, usa tu mano izquierda para sostener su cabeza.
- Apoya tu muñeca entre los omóplatos de tu bebé, con el pulgar detrás de una oreja y los otros dedos detrás de la otra. Deja que su cuello se mueva de manera natural.
- Con tu mano libre, sujeta el pecho de la misma manera que lo harías en la posición de cuna.
Posición de canasto o pelota
También conocida como la posición de clutch, esta postura es especialmente útil si has tenido una cesárea o si tienes senos grandes o gemelos.
Para amamantar en esta postura:
- Coloca a tu bebé a tu lado, de frente a ti, con las piernas debajo de tu brazo, como si estuvieras sosteniendo un balón de fútbol.
- Apoya la cabeza de tu bebé con la misma mano, mientras que con la otra sujetas el pecho de manera similar a la posición de cuna.
Posición reclinada (lactancia biológica)
Esta posición es ideal para mamás con senos pequeños, recién nacidos o bebés con problemas digestivos como gases.
Para probarla:
- Reclínate en una cama o sofá, apoyada por varias almohadas, en una postura semiacostada. Coloca a tu bebé sobre tu cuerpo, vientre con vientre, de manera que su cabeza esté cerca de tu pecho. La gravedad ayudará a que tu bebé permanezca acoplado a tu cuerpo.
- El bebé puede reposar en cualquier dirección, siempre que todo su cuerpo esté en contacto con el tuyo y tenga acceso a tu pecho.
- El bebé puede engancharse naturalmente en esta posición, o puedes ayudar dirigiendo el pezón hacia su boca.
Posición acostada de lado
La posición lateral es ideal para las tomas nocturnas.
Para hacerlo:
- Ambos deben estar acostados de lado, de manera que sus vientres estén frente a frente.
- Si lo necesitas, utiliza la mano libre para sujetar el pecho.
- Ten en cuenta que no debe haber exceso de ropa de cama alrededor del bebé, ya que esto podría representar un riesgo de asfixia.
Cómo lograr un buen agarre
Una vez que tu bebé esté en posición, es esencial que se agarre correctamente al pecho. Un mal agarre es una de las causas más comunes de molestias en los pezones. Aquí tienes algunos consejos para lograr un agarre adecuado:
- Haz cosquillas en el labio de tu bebé con el pezón. Esto debería hacer que abra la boca ampliamente, como un bostezo. Apunta el pezón hacia la nariz de tu bebé y luego dirígelo hacia su labio superior para abrir más la boca.
- Acerca a tu bebé hacia tu pecho. No intentes empujar el pecho hacia su boca. Deja que sea él quien lo haga, acercándose para un buen agarre.
- Asegúrate de que la boca de tu bebé cubra el pezón y parte de la areola. Si solo succiona el pezón, puede causarte dolor y no obtendrá suficiente leche.
Cómo saber si tu bebé está siendo alimentado correctamente
Un buen indicador de que tu bebé está alimentándose bien es observar sus mejillas: deberías ver un movimiento rítmico, constante y fuerte. Si notas esto, significa que tu pequeño está succionando y tragando correctamente.
Si necesitas corregir la posición, asegúrate de desenganchar a tu bebé suavemente antes de volver a intentarlo. Para deshacer el agarre, presiona ligeramente el pecho cerca de la boca o inserta suavemente tu dedo en la comisura de sus labios.
Posiciones de lactancia que debes evitar
Es importante evitar ciertas posturas que pueden causar problemas en la lactancia. Algunas de ellas incluyen:
- Inclinarte hacia tu bebé. Si te encorvas, es probable que tengas problemas con el agarre. En su lugar, mantén la espalda recta y acerca a tu bebé al pecho.
- El cuerpo y la cabeza del bebé en direcciones diferentes. Asegúrate de que todo el cuerpo de tu bebé esté orientado hacia ti, no solo su cabeza.
- El bebé demasiado lejos del pecho. Si tu bebé está muy alejado, podría estirar el pezón al succionar, lo que puede resultar doloroso y no lo alimentará adecuadamente.