Una de las mejores formas de asegurar que tu bebé esté feliz y saludable es garantizando que duerma lo suficiente. Sin embargo, cualquier padre te dirá que esto es más fácil decirlo que hacerlo.
Afortunadamente, expertos en sueño infantil, como Jo Tantum, autora de «Baby Secrets» y creadora del método «spaced soothing», tienen algunos consejos que te ayudarán a mejorar las noches de sueño tanto para ti como para tu bebé. Aquí te ofrecemos una guía completa con recomendaciones de expertos en el cuidado del bebé y algunos trucos prácticos que te ayudarán a establecer una rutina de sueño eficaz.
Ya sea que tengas un recién nacido o un niño pequeño de hasta 18 meses, aquí encontrarás soluciones para los problemas de sueño de tu bebé.
1. Enseña a tu bebé la diferencia entre el día y la noche
Es fundamental que tu bebé aprenda desde temprano a diferenciar entre el día y la noche. Durante el día, aumenta la interacción verbal y física con él, sal a pasear para que reciba luz natural y aire fresco, y no intentes reducir los ruidos normales mientras duerme.
Por la noche, mantén las luces bajas o apagadas, evita hablar mucho durante las tomas nocturnas, y procura mantener la habitación acogedora, pero no demasiado caliente.
2. Acuesta a tu bebé somnoliento, pero despierto
Este paso es clave si quieres que tu bebé aprenda a dormir solo. Acostarlo cuando está somnoliento, pero aún despierto, le ayudará a conciliar el sueño de forma independiente.
A largo plazo, esto le permitirá despertarse durante la noche y volver a dormirse sin tu ayuda. Esto es especialmente importante a medida que los ciclos de sueño de los bebés cambian constantemente.
3. Establece una rutina de sueño
Los bebés prosperan cuando tienen una rutina diaria que les ayuda a anticipar lo que sucederá. Esto es especialmente cierto cuando se trata de su horario de sueño. Una rutina predecible puede ayudarles a entender que es momento de dormir.
Empieza cada noche a la misma hora. Puedes darles un baño tibio, seguido de un masaje, leerles un cuento o cantarles una nana. Mantén las luces bajas y asegúrate de repetir esta rutina todas las noches.
4. Evita alimentar justo antes de dormir
Si bien puede ser tentador alimentar a tu bebé justo antes de dormir, esto puede crear una asociación entre comida y sueño. En su lugar, sigue un patrón de actividades que incluya siesta, comida, interacción y nuevamente siesta.
Este enfoque hará que tu bebé coma cuando tenga más energía, lo que le permitirá tomar una cantidad mayor y más satisfactoria de alimento. Además, esto ayudará a que pase más tiempo entre tomas.
5. Evita las ayudas para dormir
Aunque puede parecer útil arrullar, mecer o pasear a tu bebé en cochecito o en coche para que se duerma, a largo plazo esto puede dificultar su capacidad para conciliar el sueño de manera independiente.
Enseñar a tu bebé a dormirse sin estas ayudas es fundamental para un sueño más profundo y continuo.
6. Conoce el ritmo de sueño de tu bebé
Los bebés siguen un ciclo de sueño natural de 12 horas de día y 12 horas de noche. Esto significa que deben ir a dormir aproximadamente 12 horas después de haberse despertado por la mañana.
Si no duerme lo suficiente durante el día, es más probable que se despierte con frecuencia durante la noche.
7. Deja que tu bebé se duerma solo
Si tu bebé aprende a quedarse dormido por sí solo al acostarse, será más fácil que se vuelva a dormir si se despierta durante la noche. El método de «retiro gradual» puede ser útil aquí.
Acuesta a tu bebé cuando aún esté despierto y mantén contacto físico, como poner una mano en su pecho. Poco a poco, reduce tu presencia hasta que puedas dejarlo dormido sin estar en la habitación.
8. Reconoce las señales de sueño
Conocer las señales que indican que tu bebé tiene sueño puede evitar lágrimas innecesarias. Los signos comunes incluyen frotarse los ojos, bostezar o girar la cabeza cuando está cansado.
Coloca a tu bebé en la cuna tan pronto como notes estas señales y deja que se acomode solo.
9. No lo interrumpas innecesariamente
Es natural querer correr hacia tu bebé al primer sonido, pero si le das tiempo, es posible que se calme solo. Los bebés suelen despertarse entre ciclos de sueño y a veces emiten sonidos antes de volver a dormirse.
Dale unos minutos para que se ajuste antes de intervenir.
10. Evita compartir la cama
Puede ser tentador llevar a tu bebé a tu cama cuando estás cansada, pero esto puede crear un hábito que será difícil de romper.
En su lugar, haz que su cuna sea un lugar cómodo y acogedor, añadiendo juguetes musicales suaves o una manta que le brinde seguridad.
11. Introduce la alimentación en sueños
La «alimentación en sueños» puede ser útil para que tu bebé duerma tramos más largos durante la noche. Esto consiste en alimentarlo antes de que se despierte por completo, ayudándole a dormir por más tiempo.
Levántalo suavemente, cambia su pañal, aliméntalo y vuélvelo a acostar sin despertarlo del todo.
12. Alarga el sueño de la mañana
Muchos bebés se despiertan entre las 5 y las 6 de la mañana, cuando el sueño es más ligero. Trata este tiempo como parte de la noche: mantén las luces apagadas y evita hacer ruidos o hablar mucho.
Pronto, tu bebé empezará a dormir un poco más.
13. Crea un ambiente propicio para dormir
El entorno donde duerme tu bebé debe tener varios elementos que le indiquen que es hora de dormir. Utiliza cortinas opacas, sonidos relajantes como ruido blanco o el sonido de olas, y un objeto de confort, como una manta.
Una vez que tu bebé se acostumbre a estos elementos, podrá dormir en cualquier lugar, ya sea en casa o de viaje.
14. Usa un objeto de confort
A partir de los cuatro meses, los bebés disfrutan sostener y abrazar objetos. Un pañuelo de muselina puede ser una excelente opción como objeto de confort. Es liviano y transpirable, lo que lo hace seguro para el bebé.
Puedes ponerlo cerca de tu piel antes de dárselo para que huela a ti, lo que lo reconfortará durante la noche.
15. Bloquea la luz
La luz puede estimular a tu bebé y hacer que le cueste dormir. Usa cortinas opacas tanto para las siestas como para las primeras horas de la mañana. Los bebés aún no entienden que deben cerrar los ojos para bloquear la luz, así que mantener la habitación oscura les ayudará a conciliar el sueño más fácilmente.