Es común que los bebés desarrollen una preferencia por una persona en particular, generalmente aquella con la que pasan más tiempo. En la mayoría de los casos, esta persona suele ser la madre.
Las madres a menudo asumen la responsabilidad de cuidar al bebé, asegurándose de que esté bien alimentado y ayudándolo a conciliar el sueño.
Sin embargo, los bebés tienden a despertarse varias veces durante la noche y el día, necesitando que los acunen para volver a dormirse. Esto puede ser extremadamente agotador para la madre si es la única capaz de poner al bebé a dormir. Por eso es crucial que los bebés también se acostumbren a dormir con sus padres, de manera que puedan intervenir y ayudar cuando la madre se sienta exhausta.
Pero, ¿qué hacer cuando tu bebé se niega a dormir en brazos de su papá? No puedes ser la única persona encargada de su cuidado para siempre.
A continuación, te ofrecemos algunos consejos para que tu bebé se acostumbre a dormir con su padre. ¡Sigue leyendo para conocerlos todos!
1. Dale a papá la responsabilidad completa durante la noche
Una de las principales razones por las que tu bebé puede rechazar a su padre es porque está acostumbrado a que tú atiendas sus necesidades en todo momento. Aunque parezca lo contrario, esto no siempre es beneficioso. Tú necesitas descansar, y tu bebé necesita la oportunidad de crear un vínculo con su papá.
Por lo tanto, es importante que le des la responsabilidad de cuidar al bebé durante la noche. Puede que al principio no sepa todos los trucos que tú dominas, y tal vez cometa algunos errores antes de aprender cómo sostener al bebé y ayudarlo a dormirse. Sin embargo, este es un proceso de aprendizaje que tú también tuviste que atravesar.
Si quieres ver cambios rápidamente, lo mejor que puedes hacer es ceder toda la responsabilidad nocturna a papá. De este modo, ya sea que el bebé esté molesto por un diente nuevo o se despierte con hambre, será el padre quien lo calme y atienda. Con el tiempo, tu bebé aprenderá que puede confiar en su papá para cubrir sus necesidades, y dejará de llorar por ti.
2. Deja que papá se encargue de la rutina de sueño por la tarde
Los bebés adoran la rutina, por lo que a veces necesitan ser guiados poco a poco para aceptar la ayuda de su papá durante la noche. Despertarse y encontrar a otra persona a cargo puede ser desconcertante para ellos, por lo que una buena opción es permitir que el padre maneje la rutina de sueño desde la tarde.
Además, asumir la responsabilidad de toda la noche puede resultar abrumador para papá. Por eso, puede empezar encargándose de la primera siesta de la tarde o de poner al bebé a dormir cuando necesite una siesta durante el día. A medida que se sienta más seguro, podrá asumir más responsabilidades nocturnas gradualmente.
La clave es darles espacio tanto al bebé como al padre para que establezcan su propia rutina sin interrupciones. De este modo, podrán desarrollar su propio sistema y no tendrás que intervenir cada vez que algo no salga como esperas.
3. Coloca a tu bebé en la cama cuando se despierte
Otra estrategia es evitar cargar a tu bebé en brazos cada vez que se despierte durante la noche. En su lugar, colócalo en la cama, entre tú y tu pareja, por un momento. De esta forma, tanto mamá como papá estarán presentes mientras el bebé se vuelve a dormir, lo que puede ayudarle a sentirse más seguro cuando solo el padre lo atienda en otras ocasiones.
No obstante, debes ser consciente de los posibles riesgos de dormir en la misma cama con tu bebé. Asegúrate de que regrese a su cuna o moisés una vez que se haya dormido, para fomentar buenos hábitos de sueño a largo plazo.
4. Gestiona tus propias emociones
Eres solo humana, pero tu pareja también lo es. Puede ser difícil no despertarse cada vez que escuchas llorar a tu bebé o cuando pide por mamá. Sin embargo, debes aprender a controlar esa reacción. Si tu hijo va a tener la oportunidad de establecer un vínculo con su papá, es crucial que te mantengas al margen durante un tiempo.
Permite que tu pareja descubra su propio camino para cuidar al bebé y desarrollar una conexión con él. Ese proceso de aprendizaje y ajuste es lo que hace que la relación entre padre e hijo sea tan especial.
Lograr que un bebé se duerma no es tarea fácil, especialmente si apenas ves a tu pequeño durante el día. Por eso es tan importante que los padres se encarguen durante la noche y formen una conexión personal con su bebé. Con el tiempo, tu bebé se sentirá cómodo permitiendo que su papá lo cuide sin problemas.