Una de las mayores preocupaciones con el nacimiento de tu bebé está relacionado con el síndrome de la muerte súbita del lactante, un evento que, aunque por suerte es muy poco frecuente, es muy trágico para cualquier familia.
Se han estudiado mucho los motivos por los cuales sucede y, aunque no está clara la causa, parece que son varios los factores que interfieren sobre el bebé. Entre ellos, dormir boca abajo.
Pero, ¿hay algún momento en el que puede ser seguro que duerma boca abajo? ¿Y si se gira durante la noche? ¿Debes girarle de nuevo? En el artículo de hoy te soluciono las dudas más habituales.
¿Qué encontrarás en esta guía?
¿Cuándo puede dormir boca abajo un bebé?
Las recomendaciones de evitar que tu bebé duerma boca abajo para prevenir el síndrome de muerte súbita del lactante se extienden hasta el primer año de vida.
Pero, teóricamente, cuando tu bebé es capaz de voltearse por sí mismo en ambos sentidos (girarse de estar boca-arriba a boca-abajo y de boca-abajo a boca-arriba), posee los mecanismos suficientes para que la apnea que precede a la muerte súbita del lactante no ocurra. Así que, a partir de este momento, tu bebé ya podría dormir boca abajo.
Cuando hablo con los padres, siempre les recuerdo que la principal medida preventiva para evitar la muerte súbita del lactante es que el bebé duerma en decúbito supino, es decir, boca arriba. De hecho, es la medida preventiva que más descenso de casos de muerte súbita ha conllevado las últimas décadas.
Tampoco recomiendo que duerma de lado, pues se considera una posición inestable con riesgo de que, durante la noche, tu bebé acabe tumbándose boca abajo.
¿Qué es la muerte súbita del lactante? ¿Es seguro que un bebé duerma boca abajo?
La muerte súbita del lactante es aquella muerte inesperada y repentina de un lactante menor de un año, aparentemente sano, durante el sueño, y cuya causa permanece inexplicada tras una minuciosa investigación.
Aún así, se han detectado algunos factores que protegen de la muerte súbita del lactante, y otros que aumentan su riesgo cuando aparecen en un bebé vulnerable.
Dormir boca abajo constituye el factor de riesgo modificable más importante (es decir, en que puedes intervenir activamente).
Por ello, todos los organismos oficiales recomiendan que los bebés duerman boca arriba durante los primeros meses de vida.
¿Qué pasa si el bebé se gira al dormir?
Esta es una de las dudas más habituales que me hacen los padres en la consulta, pues en cuanto el bebé empieza a voltearse alrededor de los 4-6 meses, se encienden todas las alarmas y empiezan las noches en vela vigilando sus movimientos.
Aquí la clave es que tengas en cuenta lo siguiente: si el bebé ya es capaz de voltearse en ambos sentidos por sí solo (pasando de estar boca arriba a boca abajo, y viceversa), puede permanecer en la postura de sueño que elija.
Sin embargo, si se voltea en un único sentido, deberás recolocarlo nuevamente. Pero tranquila, porque si tu bebé solo logra girar en un sentido, es solo cuestión de días o semanas hasta que sea capaz de girarse hacia los dos lados.
Aunque existen en el mercado cojines con el objetivo de evitar que el bebé se gire durante el descanso (los cojines antivuelco), te adelanto que otra de las medidas preventivas es que la cuna del bebé esté libre de objetos, y esto incluye almohadas y cojines. Por lo que su uso no es aconsejable y es preferible que estés pendiente de la postura que tiene tu bebé al dormir, que agregar objetos a su cuna.
Mis recomendaciones para un sueño seguro
Además de poner al bebé a dormir boca arriba, hay otros aspectos importantes para garantizar que el sueño de tu bebé es seguro y para evitar la muerte súbita del lactante:
Pon a tu bebé a dormir boca arriba.
Crea un ambiente de sueño seguro:
Tu peque debe dormir sobre una superficie plana y firme (no sobre superficies blandas, como por ejemplo el sofá).
La cuna debe estar libre de objetos: sin almohadas, cojines, peluches, protectores, ropa de cama suelta…
Evitar el sobrecalentamiento: mantén una temperatura ambiental agradable (19-21ºC) y vigila el exceso de abrigo.
El bebé debe dormir en la habitación de los padres hasta, como mínimo, los 6 meses, aunque se aconseja hacerlo hasta los 12.
Alimentar al bebé con lactancia materna.
Seguir el calendario de vacunación.
No fumar (ni durante el embarazo, ni después del nacimiento), así como no consumir alcohol y drogas.
A su vez, existen una serie de precauciones adicionales específicas para aquellas familias que practican colecho, es decir, si compartes la cama con tu bebé para dormir.
No es aconsejable dormir en la misma cama que el bebé en caso de:
Padres fumadores.
Consumo de alcohol, drogas o medicamentos que disminuyan el nivel de conciencia.
Situaciones de cansancio extremo o enfermedad.
Con personas que no sean sus padres, otros niños o animales domésticos.
Padres con obesidad mórbida.
Bebés prematuros o con bajo peso al nacer.
La importancia de jugar con el bebé boca abajo
Durante el día, y mientras el bebé permanezca supervisado, puedes ponerlo boca abajo.
Se conoce como “tummy time”, y es beneficioso para promover sus destrezas motoras y su desarrollo, fortalecer su musculatura y prevenir la plagiocefalia posicional (el aplanamiento de los huesos de la cabeza que puede aparecer por el apoyo continuado cuando están tumbados).
Desde los primeros días de vida puedes ponerle tumbado boca abajo sobre tu pecho, y poquito a poco, empezará a levantar la cabeza. Más adelante podéis jugar en el suelo, sobre una alfombra.
Te aconsejo que no te agobies con tiempos ni frecuencias. Hazlo progresivamente empezando a ratitos cortos, el tiempo que tu bebé tolere y sin forzarlo. A medida que avanzan las semanas, disfrutará de estar en esa posición.
Conclusiones
Como madres y padres, debemos asegurar que el entorno de nuestro bebé sea seguro, también durante el sueño. Recuerda que la posición más segura para dormir es boca arriba.
Durante los primeros meses de vida, coloca a tu hijo boca arriba para dormir sobre un colchón firme y vacío, asegurando que no hay ropa de cama, peluches o almohadas sueltas.
Si se pone de lado o boca abajo mientras duerme, vuelve a colocarlo sobre su espalda, hasta que sea capaz de girarse por sí solo en ambas direcciones.
Bibliografía:
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2- Vincent A, Chu NT, Shah A, et.al. (2023) Sudden Infant Death Syndrome: Risk Factors and Newer Risk Reduction Strategies. Cureus; 15(6):e40572. PMID: 37465778
3- Grupo de Trabajo para el Estudio y Prevención de la Muerte Súbita Infantil de la Asociación Española de Pediatría. (2003) Libro Blanco de la Muerte Súbita del Lactante (SMSL). Ed. Ergon. http://www.aeped.es/
4- McKenna, J. (1986). «An Anthropological Perspective on the Sudden Infant Death Syndrome (SIDS): The Role of Parental Breathing Cues and Speec Breathing Adaptations». Medical Anthropology; (10): 9-54. DOI: 10.1080
5- Filiano JJ, Kinney HC. (1994) A perspective on neuropathologic findings in victims of the sudden infant death syndrome: the triple-risk model. Biol Neonate; 65(3-4):194-7. PMID: 8038282.
6- Cepeda J, Zenteno D, Fuentes C, Brockmann P. (2021) Sudden unexpected death in infancy: update and preventive mesures. Andes pediatr.;92(4):609-616. PMID: 34652381
7- Curso Universitario de Especialización el sueño pediátrico y su aplicación en la práctica clínica. ISNUT-UEMC.
8- Máster de formación permanente en lactancia. Lactancia materna, lactancia artificial y nutrición del bebé y de la madre lactante. ISNUT-UEMC.
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